1. El cepillo de madera


    Fecha: 10/06/2018, Categorías: Confesiones Autor: pedrocascabel, Fuente: RelatosEróticos

    ... terminó doblegándome, ya fuera pegándome con saña o haciéndome chantaje moral aludiendo a su edad, viudedad, enfermedades y falta de nietos. Me he rendido tantas veces a mi madre … ."
    
    "Cuando terminé los estudios de informática y empecé a trabajar y ganar un buen dinero se dio cuenta que perdía parte de su poder sobre mí y consiguió implicar a mi hermano en el manejo de la vida familiar cotidiana (es su ojito derecho pero le tiene totalmente comida la moral y dominado en lo personal, excepto para los negocios, se ha convertido en un pelele) y en los castigos que me impone: no me deja llegar después de las doce de la noche y cuando es más tarde se limita a insultarme, me da dos bofetadas y me niega el saludo durante unos cuantos días. Lo relativo al sexo es otra cosa."
    
    "He llegado a la conclusión de que es adivina o tiene un sexto sentido para saber cuándo he tenido sexo con un hombre y si ha sido o no con mi novio. Siempre lo detecta cuando entro en su habitación a darle las buenas noches (se ha acostado todos los días de su vida a las diez y media y ambos hermanos tenemos obligación de entrar a verla antes de irnos a la cama): primero me mira con expresión de desagrado, como si yo oliera mal, después me insulta en voz baja llamándome perra golfa o zorra salida y luego me ordena a gritos que me desnude. Sus ojos son como rayos-X que todo lo ven y aunque no tenga marcas o señales o me haya duchado, perfumado y maquillado siempre sabe de un rápido vistazo si me he estado ...
    ... besando con un hombre o metiéndonos mano o masturbándonos o follando y, además, casi siempre acierta si ha sido o no con Fidel, mi novio."
    
    "Si he estado con Fidel suele considerar que es lógico y natural (lo dice en voz muy baja, con frases cortas que utiliza como si me las estuviera escupiendo a la cara) que como prometidos que somos y ya bastante mayorcitos hagamos de todo excepto follar (sólo debe hacerse tras el matrimonio) o tener sexo oral (es una absoluta indecencia que sólo hacen las putas), aunque como soy una golfa seguro que me comporto como una perra en celo que incita y provoca a su novio (le tiene en gran estima y no deja de decir que no sabe cómo he sido capaz de conseguir un hombre tan estupendo), por lo que tiene que castigarme por ello: completamente desnuda, me ordena que me tumbe boca abajo y con el cuerpo estirado a los pies de su gran cama (hasta hace unos diez años era ella misma quien me azotaba con la correa del cinturón que usó mi padre en el uniforme), llama a mi hermano (siempre está en casa antes de las doce y atento a mi llegada por si le llama nuestra madre) y le dice siempre la misma frase: hijo mío, enséñale decencia a tu hermana, lo que es la orden de inicio de diez o doce azotes en la espalda, el culo y los muslos. Mi madre dirige el castigo de manera que los azotes sean fuertes y suficientemente espaciados uno de otro para que yo sienta bien el dolor de cada uno de ellos."
    
    "Al terminar el castigo recojo mi ropa, me acerco a besar a mi ...
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