Isabela quería buen sexo
Fecha: 03/08/2022,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Homelander, Fuente: CuentoRelatos
... castigando su campanilla.
Él comenzó a sentirlo, era imposible, ¿no? Su Natali nunca hizo más que lamer su falo a lo largo un par de veces para darle gusto, así que él no lo sabía, incluso en aquellos sucios videos porno que miró el actor siempre se masturbaba para el gran final en la boca o cara de la chica, ¿era posible solo eyacular a mamadas? Bueno, él descubrió gratamente en ese momento que sí.
Él comenzó a sentirlo, esa sensación más satisfactoria que nada en la vida que todo hombre conoce bien, aunque puede venir en intensidades diferentes, este en específico venía con intensidad notable. Lo sintió venir de dentro, él pensó histérico en las posibilidades en un segundo, ella dijo que tragaría en aquella surreal llamada donde ambos se masturbaban sin saberlo, pero no podía arriesgarse, necesitaba un gran final, nada sería peor que ella se quitara y él tuviera su orgasmo fuera de aquella deliciosa y caliente boca, sería tan decepcionante y anticlimático, por supuesto que no le avisaría ¿Que podía pasar? ¿Que ella se enfadara? Daba igual, se iría riéndose y la asombrosa mamada nadie se la quitaría, ella obviamente jamás diría nada, no podría hacer nada por más que ella odiara sentir su asquerosa corrida en la boca.
Se afianzó firmemente con ambas manos en la cabeza de ella sin hacer nada repentino para que no lo notara aquella zorra, era imposible que ella no intentara retirarse, ¿a qué chica le gustaría eso? Hasta las actrices porno tragaban con asco y son ...
... pagadas, huele mal y seguro sabe cómo el carajo, él definitivamente se aseguraría de que ella se tragara toda su asquerosa corrida.
Isabela no pudo respirar cuando él metió firmemente ese grueso pedazo de carne en su boca casi hasta el fondo y él le sostenía la cabeza más fuertemente ahora, ella se sorprendió al sentir como ese enorme falo se retorcía y palpitaba violentamente en su boca, sintió la asquerosa, espesa, tibia y amarga corrida en su lengua, apretó los ojos, dio una arcada involuntaria que se proyectó haciéndola dar una firme sacudida en todo su cuerpo, la firme vara de Gabriel respingaba violentamente de nuevo en su boca y él por fin gemía aliviado, había soportado sus gemidos para no levantar sospechas, no podía creer lo asombroso que se sentía tirar su lefa con total libertad en una boca, y sin duda disfrutaba verla sufriendo apretando los ojos y hacer caras de asco mientras él no paraba de descargarse en su boca.
Él no soltaba su cabeza, su verga se retorcía por última vez en boca de aquella loca y él gemía profundamente mientras le sacaba la verga lentamente.
—Trágatelo — dijo lujuriosamente sin dejar de mirarla, todos sabemos que la mitad de la experiencia es verlas esforzarse en tragar.
Ella no podía creer que fuera tanto, ¿sería por el tamaño? ¿Era proporcional? Puede ser, mantenía la boca semi-abierta y recuperaba la respiración, sabía cómo el diablo en su lengua y se sentía peor en toda su boca, pero le encantaba morbosamente que así fuera, a veces ...