1. Un fin de semana de mucho placer (1/2)


    Fecha: 04/08/2022, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: John18, Fuente: CuentoRelatos

    Han pasado muchos años y lo recuerdo como si hubiera sucedido apenas ayer. Y no es para menos, aquel fin de semana ha sido, tal vez, la mejor experiencia que haya vivido y que quizá vaya a recordar por el resto de mis días. Por aquellos años yo todavía era un universitario que rondaba los veinte y que empezaba a ganarse sus primeras oportunidades de trabajo.
    
    Por motivos que aún no logro entender y que no vale la pena tratar de explicar, llegué como practicante al Congreso de mi estado, en la conflictiva y enorme Ciudad de México. Aunque ya anteriormente había participado en actividades del mundo de la política, aquello no dejó de sorprenderme: El poder, la opulencia que se palpaba por los pasillos, el dinero que se derrochaba entre esa gente y el desdén con el que se veían unos a otros me pareció abrumador y al principio desafiante.
    
    En medio de ese mundillo de gente superficial y con grandes dotes de influyentes, conocí a Mariana, una mujer más grande que yo (siempre me han atraído las mujeres mayores) y que era uno de los objetos de deseo de aquellos hombres poderosos y acostumbrados a tener lo que querían cuando lo deseaban.
    
    Ella era de estatura mediana, morena clara, cabello lacio y castaño, delgada con dos piernas largas y torneadas, un trasero que reflejaba una buena rutina de ejercicios, dos tetas de muy buen tamaño y una sonrisa deslumbrante. Era realmente hermosa. Desde el primer momento en que la vi me gustó, aunque lo imponente del medio y su belleza ...
    ... hicieron que no me hiciera muchas esperanzas con ella.
    
    Inicialmente el trato era cordial, el saludo y una sonrisa cuando coincidíamos en algún pasillo o los elevadores, y alguna que otra conversación sobre nuestras actividades. Hasta ahí. Cierto día hubo una manifestación de inconformes (en México hay decenas todos los días) que impidió que pudiéramos ingresar al recinto legislativo, por lo que todos tuvimos que quedarnos afuera a la espera de que se levantara el mitin y pudiéramos ingresar. Cuando empezaba a mostrar signos de fastidio, escuché a alguien hablar detrás de mí, balbuceando palabras que delataban el mismo cansancio que había en mí, así que giré la cabeza y la vi ahí, recargada sobre una pared, luciendo un vestido negro entallado corto y unos tacones que remarcaban aún más esas piernas tan bien cuidadas. Debajo de su vestido, llevaba unas medias negras que la hacían ver muy sensual. La saludé y por primera vez me acerqué a ella para completar el ritual con un beso en la mejilla. Su aroma era exquisito, fresco y mis labios lograron sentir esa piel humectada y suave que correspondía a una mujer de no más de 40 años de edad. Empezamos a platicar y en uno de esos arrojos que no tampoco puedo explicar, le propuse ir alguna cafeteria mientras la manifestación terminaba. Para mi asombro aceptó, aunque ella insistió en que no fuera muy retirado del Palacio Legislativo, por aquello de que la pudieran buscar en cualquier momento.
    
    En la cafetería yo pedí café negro y sin ...
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