1. Un fin de semana de mucho placer (1/2)


    Fecha: 04/08/2022, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: John18, Fuente: CuentoRelatos

    ... estaría listo. Le destapé una cerveza, le puse un CD de la banda que iríamos a ver y me fui a alistar.
    
    Mientras estaba en la regadera noté que tenía una enorme erección, haberla visto con esas prendas, saber que estaba sentada en mi sofá y sentir el agua caliente cayendo sobre mi me excitaba mucho. Cuando salí para irnos la descubrí sin el saco, con el olor de su perfume envolviendo toda la sala y una cerveza destapada para mi. Me senté a su lado, le di un trago a la cerveza y sin voltear a verla le dije que hacía muchos meses que había deseado estar así con ella. Apenas empezaba a ligar las palabras cuando se subí sobre mi y nos empezamos a besar. No sé exactamente qué hora era, pero calculo que eran cerca de las 20 h.
    
    Un beso, luego otro beso y después uno más. Besos suaves, lentos, con mucho cariño y afecto. Después de aquel primer acercamiento, la miré y le dije que prefería no ir al concierto, que prefería irme con ella a un hotel. Propuse el hotel porque mi departamento era pequeño y estaba algo desordenado, no creía que fuera un buen lugar. Me sorprendió cuando con una sonrisa (esa misma sonrisa que me volvía loco) me dijo que no tenía boletos, que no sabía como invitarme a salir y que esa le pareció la mejor coartada. Cuando nos disponíamos a salir rumbo al hotel, la tomé de la cintura y la jalé hacia mi, nuevamente la besé, pero ahora sí al estar de pie pude tocar sus nalgas, firmes y grandes y apretarlas delicadamente. Pegarla hacia mi verga erecta y sentirla ...
    ... más de cerca. La besé lentamente por todo el cuello y puse mis manos sobre sus tetas. Aquello era increíble.
    
    Antes de bajar al estacionamiento, miré el reloj y vi que ya eran cerca de las 22 h. En tres besos habían pasado casi dos horas. El tiempo a su lado se iba volando y eso empezaba a hacerse evidente con solo un poco de contacto. Cuando bajamos al estacionamiento y encontramos el auto estacionado, volví a tomarla por la cintura y repetí el ritual de besos por su boca, su mejilla, su cuello y su apretón hacia mi. Fue en ese momento, cuando por primera vez, puso su mano sobre mi verga que estaba ya bastante dura.
    
    Cuando le iba a abrir la puerta del copiloto, metí la lleve en la puerta trasera, la abrí y me metí, me dejé caer en el asiento y con mis manos la invité a que me siguiera; sin pensarlo dos veces, se dejó caer sobre mi. Besos, besos y más besos. Cada vez más profundos. Su aliento era fresco y con un toque a la cerveza que se había tomado. La tomé por las nalgas nuevamente y la apretaba hacia mi. Entendió mi deseo y empezó a moverse simulando que tenía mi pene dentro de ella, de arriba hacia abajo. Cuando ya los dos estábamos más calientes, sonrío nuevamente y me dijo "no vamos a llegar a ningún hotel, mejor hay que subir". Sin decir palabra salimos del auto y nuevamente entramos al departamento.
    
    Ya en mi habitación, seguimos besándonos y poco a poco fuimos quitándonos la ropa hasta quedar totalmente desnudos. Era una mujer espectacular, su cuerpo estaba ...
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