1. Hubo que asistirlo para que se follara a mi mujer


    Fecha: 05/08/2022, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: femerba, Fuente: CuentoRelatos

    ... nada relacionado con querer estar ellos juntos o de acariciarse y besarse para iniciarse y excitarse con miras a tener sexo unos minutos más adelante.
    
    Al llegar al hotel, ya siendo la una y media de la mañana, nos dirigimos de inmediato a la habitación. Una vez dentro, mi esposa tomó la iniciativa, rodeó el cuello de aquel hombre, lo abrazó y empezó a besarlo. Él le correspondió y empezó a acariciar su cuerpo, y a desvestirla lentamente. Metió las manos dentro de su falda para acariciar sus nalgas y, poco a poco, se las arregló para que falda y pantis cayeran al piso. El seguía vestido y ella, con su vagina desnuda, tan solo vestida con sus medias y zapatos de la cintura para abajo.
    
    Ella, siguiendo el juego, le subió la camiseta, por encima de los brazos, dejándole su pecho al descubierto. Y él, devolviendo el gesto, le quitó la blusa dejándola a ella tan sólo vestida con su corpiño, casi desnuda. Ella, entonces, lo invitó a que se recostara en un sofá, desabrochó su pantalón, lo bajo un poco, expuso su miembro, y empezó a chuparlo. El parecía disfrutar de esa atención, pero mi esposa mirándome de cuando en vez mientras mamaba aquel pene, parecía indicarme que algo no estaba funcionando.
    
    Y sucedía que, por más que ella mamara y mamara aquel pene, este no se ponía erecto y seguía flácido. El muchacho, tal vez dándose cuenta de esto, empezó a cambiar de posición. Se quitó los pantalones para estar totalmente desnudo y se dispuso a besar el sexo de mi mujer, ...
    ... acomodándose para que ambos se besaran los sexos mutuamente. En verdad, la imagen de ellos dos haciendo la posición del “69” era muy excitante, solo que el pene de aquel, no obstante, los esfuerzos de ella, no conseguía ponerse duro.
    
    El muchacho se incorporó, la puso a ella de espaldas y trató de penetrarla, pero no conseguía que su miembro estuviera a punto para lograr su cometido. Ella, expectante, sin decir nada, dejaba que aquel intentara e intentara, sin éxito, estar dentro de su vagina. La puso en posición de perrito, pero su miembro no respondía y la penetración resultaba imposible. Estando así, en esa posición, me miró, como desconcertado, mientras seguía insistiendo en su propósito.
    
    Yo, como estaba tomando fotografías del evento, intervine y dije, saben qué, tomémonos algo y descansemos un poco, mientras se reponen de tanta bailadera. El, un tanto apenado, estuvo de acuerdo y ella, sin otra opción, nos acompañó en la propuesta. Nos quedamos todos sentados; ellos dos en el sofá donde antes trataban de consumar su relación y yo, en el borde de la cama, enfrente de ellos.
    
    Mientras le servía las bebidas pregunté al muchacho si era la primera vez que estaba en una situación de estas. Me dijo que sí. Le pregunté si ella, como mujer, no le excitaba lo suficiente, o la veía tan señora, que no le pasaba por su cabeza meterle la verga. Me dijo que no, que la verdad ella le parecía una mujer tratable, comprensiva y que más que nada el quería complacerla. Le pregunté, entonces, si ...
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