1. Hubo que asistirlo para que se follara a mi mujer


    Fecha: 05/08/2022, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: femerba, Fuente: CuentoRelatos

    ... le incomodaba de alguna manera el que o estuviera presente, porque si era así yo les dejaba solos. Me dijo que no, pero que la verdad era la primera vez que estaba en esta situación. ¿Cuál situación? Le pregunté. Pues, teniendo sexo con una señora en frente del marido, me contestó.
    
    Mientras eso sucedía, mi mujer seguía acariciando su pene. Y eso, continué, de alguna manera, ¿lo limita? ¿le impide ser como siempre es cuando está con una mujer? Pensaría que no, dijo, pero es raro estar en esta situación. Creería yo, repliqué, que el hecho de tener una hembra dispuesta a tener sexo con usted es el afrodisiaco más potente para motivarle a estar con ella, a menos de que usted le tenga tanto respeto y la vea de otra manera, de manera que no le nazca hacer nada con ella.
    
    ¿No se ha puesto a pensar cómo se sentirá estar dentro de la vagina de una señora casada? ¿No se ha puesto a pensar que quizá usted no tenga que complacerla a ella, sino que más bien ella, teniéndolo a usted a su disposición, así, desnudo como está, desfogue toda la arrechera que tiene y el motivo por el cual decidió visitarlo? Ella fue quien lo contactó, ella fue quien lo eligió para que estuvieran este rato juntos, de manera que deje que las cosas pasen y no piense tanto en lo que tiene o no tiene que hacer.
    
    Fíjese que ella ha estado todo el tiempo dispuesta a comportarse con usted como toda una hembra, así que deje que lo consientan y no se resista a sentir lo que está sintiendo o a pensar qué debiera ...
    ... sentir, o comportarse de otra manera, y haga lo que le nazca hacer. Mi esposa, seguía acariciando su pene, y mientras yo decía esto, empezó a besarlo nuevamente, con delicadeza. Con una mano acariciaba el tallo de su pene, arriba y abajo, y con la otra, decidió acariciar sus testículos. Y ¡Eureka! No sé que fue lo que funcionó, pero aquel miembro despertó y se empezó a poner erecto. Mi esposa lo empezó a frotar con mayor ritmo e intensidad mientras lo seguía besando.
    
    El, envalentonado, dirigió a mi esposa para que se pusiera en cuatro patas sobre la cama y por fin, ya con su miembro erecto, sin condón, la pudo penetrar. Seguramente la vista de las nalgas de mi esposa desde atrás y su vagina expuesta y a disposición, le excitó, y empezó a penetrarla, empujando sin cesar. Mientras lo hacía, no dejaba de observar cómo su inmenso miembro entraba y salía de ella. Pensé que, debido a lo que había sucedido, iba a terminar muy rápido, pero me equivoqué. Empujaba su verga una y otra vez dentro de ella con mucho vigor, como descargando rabia, y ella empezó a gemir de placer, lo cual animó aún más a Héctor a seguir en su papel de corneador ejemplar.
    
    Y fue así, penetrándola desde atrás, donde él se desinhibió completamente. Pensé que, tal vez, el tenerla a ella frente a frente lo intimidaba de alguna manera, y cuestioné el por qué no tomó las riendas de la situación desde un principio, desde el momento en que se vieron y empezaron a bailar, a sabiendas que lo que venía era taladrar ...
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