1. Asignatura pendiente


    Fecha: 08/08/2022, Categorías: Erotismo y Amor Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... tenía reservado para una ocasión especial, de uno de mis últimos viajes.
    
    Oh my god! Pues si lees pensamientos.
    
    A veces los leo, y a veces los escribo...
    
    Nos encantaba ser místicos y tratar de “arreglar” un mundo que nos parecía en un profundo declive.
    
    Bueno, brindemos por nuestro reencuentro.
    
    Brindemos!!
    
    Pero, brindemos como Dios manda! En uno de mis viajes aprendí que si quieres tener suerte, has de mirar los ojos de la persona con quien brindes, no debes chocar las copas y debes cogerla con la mano izquierda, pues es la que conecta el corazón.
    
    Así sea, pues.
    
    Sus ojos claros se clavaron sobre los míos, por un instante el tiempo se paró para mi, su copa se aproximó a sus labios y un sorbo de vino los humedeció, en ese instante sentí envidia de no ser mis labios quienes humedecieran los suyos. Comimos, reímos y bebimos.. ninguno de los dos está acostumbrado a beber, por lo que los efectos no tardaron en aparecer, ambos nos aproximamos y comenzamos a ponernos al día, instintivamente comencé a acariciar su brazo, a veces ella cogía mi mano, me encantaba que lo hiciera... me contó que su situación laboral era muy estresante, a lo que le repliqué que se olvidará del estrés, que ahora estaba de vacaciones y que disfrutara del momento. Ambos nos fundimos en un abrazo, sentir su pecho contra el mío aceleró mi corazón.
    
    ¡ Tengo una idea! Exclamé
    
    ¿Idea tú? Miedo me das...
    
    Tonta, si sabes que soy un angelito..
    
    Ella me miró con una sonrisa picarona, ...
    ... sabía que lo mismo tenía de ángel que de demonio. Le propuse hacer un último brindis para terminarnos las copas y no manchar la toalla que milagrosamente había sobrevivido al picnic silvestre sin ninguna mancha. El vino de Oporto debía ser bastante fuerte porque enseguida noté un calor que subía por mi garganta. Una vez brindado, le dije que se sentará mirando hacía el río y que cerrara sus ojos y se relajara, ella obedeció sonriendo, le expliqué que debía intentar relajarse y concentrarse en los sonidos que le rodeaban, me puse a su espalda y con las yemas de los dedos, apenas rozando su piel comencé a subir lentamente por sus brazos que permanecían pegados a su tronco, al subir por ellos rocé con disimulo sus pechos, que aunque no eran demasiado voluminosos destacaban sobre su viente plano, ella permanecía en silencio con los ojos cerrados.
    
    ¿Te estas relajando?
    
    Si, me encanta.
    
    Seguí unos minutos recorriendo sus brazos esperando el momento en el que pasaba por el costado de su pecho cada vez con más ganas. Una ráfaga de viento deslizó sus cabellos dejando entrever parte de su cuello, fue una señal, le terminé de retirar el pelo y acaricie suavemente su cuello con mis dedos, inmediatamente un escalofrío recorrió todo su cuerpo, su cuerpo se tensó y una sonrisa se dibujó en sus labios, nunca los había sentido tan cerca, volví a bajar mis dedos por su brazo, observé que con su mano izquierda había empezado a juguetear con su pelo, mi imaginación funcionaba a toda prisa, ...
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