1. Y nos hicimos novios - 3. El día en que algo se rompió


    Fecha: 09/08/2022, Categorías: Erotismo y Amor Autor: dsxlmxdo, Fuente: RelatosEróticos

    ... hasta mi entrepiernas incluso en la punta de mi pito. Descargas y más descargas de adrenalina. Una mezcla de excitación y miedo. Excitación, por sentirme deseado por un hombre. Y miedo, porque alguien me estuviera viendo en ese momento, y pudiera delatarme.
    
    Lo cierto es que estaba ignorando en ese momento un hecho muy relevante. Y es que ya no estaba consiguiendo sentirme cómo sienten las mujeres. y por lo tanto ya no estaba aprendiendo nada nuevo. Muchos creerán que con el tanga puesto era el momento ideal para aprender algo de las mujeres y sentir algo como se sintieran ellas dentro de esa tela. Pero hay una enorme diferencia. Las mujeres con un tanga se ven y se sienten hermosas. Se sienten poderosas porque pueden tener el control de la situación, y saber esto, las llena de orgullo. Para un hombre no es así. Un hombre en el tanga de una mujer se ve y se siente horrible. Se sienten despojado de todo poder, porque acaban de perder el control de la situación, y saber esto lo llena de vergüenza. Increíble contradicción cuando sólo hablamos de la misma prenda femenina. Ya me estaba desviando del camino de la excitación por contagio. Otro tipo de excitación se estaba abriendo camino por mi libido. La excitación por sentirme humillado y verme sumiso. Someterme a los caprichos de alguien más y ser controlado. No me gustaban los hombres porque se veían feos y mis ojos estaban diseñados para buscar la belleza. Pero esto no significaba, acaso, que puedo sentir la misma sumisión ...
    ... con una pareja, siendo esta mujer?
    
    Eso debería ser más que suficiente para arreglar las cosas con Maritza. Por falta de información estaba perdiendo el control de la situación y esto de igual manera debería representar una especie de fantasía para mí, no? La verdad es que no. una cosa era que yo fantaseara con que eso pasara y otra muy distinta es que pasará en realidad. Porque un día en el que mi primo y su amigo se enteraron que debajo del mono de deportes que cargaba, tenía puesto un pescador licra de mi prima no me sentí para nada placido. Nunca compartía ese sentimiento con nadie. Ese día inmediatamente subí a mi casa a quitármelo. Había creado dos caras. Una para los demás y una para mí mismo. Entonces nadie se podía enterar de eso. Me gustaba cómo me sentía usando lencería femenina pero no me gustaba cómo me veían los demás. Y a esas alturas de mi vida, saliendo con Maritza. Quién encontraría un atractivo en un hombre cornudo y sumiso? Me gustaba cómo se sentía, pero no me gustaba cómo se veía. Por dentro era al que le gustaba ser humillado pero por fuera un hombre graduado y orgulloso.
    
    Como me fuera gustado que Karina me escribiera en ese momento pero nunca pasó. Tendria que esperar los días entre semana para desahogarme con ella. Tenía ganas de vengarme de hacer cualquier cosa para que Maritza sintiera lo mismo que yo siento. Maritza no llegaba de comprar las bebidas azucaradas. Apenas estaba tomando conciencia de que sólo habían pasado segundos. El tiempo se ...
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