Y nos hicimos novios - 3. El día en que algo se rompió
Fecha: 09/08/2022,
Categorías:
Erotismo y Amor
Autor: dsxlmxdo, Fuente: RelatosEróticos
... hombres hablando de coger animales. Recordaba la conversación de mi madre y los violadores y no pude evitar sentir esas cosquillas en el cuerpo. Ese hormiguero que parecía magia, y cada vez se volvia más difícil de controlar. Cuando voy a buscar la toalla para secarme escucha una piedrita que cae de la ventana. Estaba completamente de espaldas, pero no me quise voltea. En cambio sólo ladeé la cabeza para saber quién era.
-hola
-hola...
-cómo te llamas?
-Esteban, cómo te llamas tú?
-Juan, y Teresa?
-salió con mi tía.
Me estaba volteando para hablar con él de frente desde la ventana.
-no, espera no tienes que voltearte.
-porque?
-porque podría verte desnudo, así de espaldas como éstas, está bien, no te puedo ver.
Estaba mirando de arriba abajo. Mientras lo hacía yo sentía una sensación extraña por todo mi cuerpo. Él me contó que era del mismo sector y que sus compañeros también. Seguramente mi tía no consiguió albañiles en la otra ciudad a dónde fue. Pudo haber sido ese día el punto de partida, donde Juan se obsesionaría con mis nalgas. Pero él, nunca ha mostrado un interés real. Hasta ese día que me propuso bajarme los calzones en mi casa. Pero también pudo haber sido que lo sabía disimular. Ya saben que disimular las cosas no es mi punto fuerte. Tampoco lo era leer gestos y miradas, para saber cuándo otro lo hacía.
Carmela se la llevaba bien con las muchachas de almacén ya los conocía a todos. Una noche me tocó hacer el recorrido con ella ...
... para mostrarle todas las áreas donde se colocaban los precintos.
-y esta es la puerta de salida de emergencia, como verás queda al final de este pasillo, lo cierras lo presentas, y te devuelves rápidamente, mira que estos pasillos están muy solos...
En ese momento soy interrumpido por una sombra. Se trataba de Marcos y Pedro, los hombres más zarpados de la empresa que siempre me miraban con hambres de coger.
-Muchachos estoy dándole la inducción a Carmela para que precinte. Sea cual sea su juego este no es el momento.
-estás alzado?
-mira que aquí no está papito Roni para que te ayude
Sin mediar palabras ahí donde estaba delante de Carmela, se me acercaban mientras me miraban fijamente. Sin el menor disimulo podía notar sus enormes vergas bien marcadas en sus pantalones, casi a punto de reventarlos, de lo bien erguida que estaban. Podía sentir la respiración de los dos. Una respiración que me contagiaba las ganas. Y me hacían suspirar, a su vez haciendo que ellos también suspiraran. Cuando siento la dureza de esos pedazos de carne rozar por mis muslos, no pude evitar que se me erizara toda la piel. Estábamos los tres allí delante de Carmela y ellos empezaban a pegarse de mi cada vez más. Comenzaba a refregar sus paquetes una y otra vez. Estaban sólo a centímetros, ya está sentía cosquillas en los labios. Hasta que Marcos me dijo al oído "jaque mate" la excitación estaba superando la vergüenza que sentía al hecho de que Carmela estuviera mirando. Estaba que ...