El regalo: Un antes y un después (Vigésima sexta parte)
Fecha: 11/08/2022,
Categorías:
Infidelidad
Autor: DestinyWarrior, Fuente: CuentoRelatos
... el ventanal y fuera pude observar por el diáfano cristal, el azul cielo matinal sobre la ciudad. De pronto me sentí absurdamente vestida con aquel blazer de crepé negro que al mirarme más temprano frente al espejo del tocador, sabía yo muy bien que realzaba mi silueta, pero que más tarde con seguridad me iba a acalorar. Aún lo portaba encima cerrado por el único botón, más aun no sentía elevarse mi temperatura corporal.
—Silvia, –musitó reclamando mi atención– debo pedirte disculpas por mi intromisión. Entiendo que con mi actitud soberbia, puse en peligro tu estabilidad matrimonial. Y lo siento mucho, pues comprendo lo importante que era para ti mantener tu imagen de esposa fiel para él. —¿Fue eso una disculpa?
Ese había sido un comentario que no me gusto para nada. ¿Estaba poniendo en duda la estampa de mujer casada y leal? Por lo tanto, colocándome en pie, caminé hasta la puerta de la oficina y bajo el marco de aluminio, eché una mirada para confirmar que Amanda no hubiera llegado y que la señora Dolores no estuviera por allí cerca y pudiera escuchar nuestra conversación.
Regresé mis pasos pero no busqué apoyo en la silla que permanecía inanimada en diagonal hacia mi jefe, tal cual la abandoné. Y ese mueble sé quedó esperando por mí, pues decidí sentarme junto a él, de medio lado. Y me acerqué lentamente hasta rozar su muslo con mis rodillas, don Hugo me miró con algo de sorpresa en su rostro y nerviosismo reflejado en el leve movimiento de la taza que se ...
... balanceaba soportada entre sus dedos. Mi cara fue acortando distancias, yo en calma y en él, acelerándose su respiración. Abrí un poco mis labios sin dejar la conexión en nuestras miradas, y muy cerca de los suyos, a milímetros nada más de su cumplir su deseo, esquivé los labios ágilmente para muy cerca de su oreja, pronunciar con la voz más sexy que pude, las siguientes palabras…
—Mi imagen sigue intacta, Hugo. La distinta soy yo. Fue una oportunidad para poder brindarle a mi esposo, la posibilidad de hacer realidad una fantasía, que tenemos en común. —Y me aparté de aquella cercanía, echándome hacia atrás hasta la otra esquina del sofá.
—También debo disculparme por mi comportamiento durante nuestro regreso. Usted realmente no logró conmigo nada, aunque con su obligada presencia, culpable si fue un poco, y por eso me enfadé. ¡Lo lamento! —Y mi jefe cambio de posición, ladeando un poco el tronco hacia mí para hablarme.
—Vaya, y yo que pensaba que fantaseabas conmigo, Silvia. Pero veo que me equivoqué contigo. Sigues amándolo y yo no represento nada para ti.
Lo vi como agachaba su cabeza, tomándose de la nuca con la mano derecha y naufragando de nuevo en aquel mar de tristeza, tiempo atrás. ¡Y me apené por él! Ese hombre de allí, sentado justo a mi lado, necesitaba ganar confianza en sí mismo. Recuperarse del golpe de una vez por todas y dejarme en paz.
—Si lo es… Sí qué lo eres Hugo, –y posé mi mano izquierda a la altura de su rodilla– un hombre especial, atento, ...