1. El regalo: Un antes y un después (Vigésima sexta parte)


    Fecha: 11/08/2022, Categorías: Infidelidad Autor: DestinyWarrior, Fuente: CuentoRelatos

    ... cariñoso y que admiro mucho. Pero Hugo, entiende qué lo nuestro, lo que deseas vivir conmigo no puede ser. ¡Somos ambiciones prohibidas! Eres aquí para mí el faro, un guía del cual pretendo aprender, pero fuera de estas cuatro paredes, podríamos si quieres, ser los mejores amigos; la verdad, el único que yo tendría en esta ciudad. Pero Hugo, tu prioridad ahora no puedo ser yo, ni debo serlo.
    
    —Necesitas apoyarte en alguien más cercano, como en tu esposa principalmente. Y aparte de ella, yo estaré aquí para ti, cuando más lo necesites. Pero Hugo, si mi presencia es el muro que no logras escalar para llegar de nuevo a los brazos de tu esposa y yo, me convierto en la causa de un mayor deterioro en tu matrimonio, tendremos que dejarlo y volver a ser tan solo, tu mi jefe y yo, únicamente la fiel secretaria. —Y Hugo en ese instante se apropió de mis dos manos, –la taza en el medio aún sostenida pero ladeándose– llevándolas con suavidad hasta su boca para besarlas con mucha ternura.
    
    —Tú esposa… –proseguí– A ella recupérala Hugo. ¡Inténtalo de verdad! Con ganas, para que vuelva a ser solo tuya y sigas tú, amándola con locura y realizando con ella mucho más de lo que deseas hacer conmigo. —Él soltó mis manos para recuperar de la esquina de su escritorio, la taza de café y yo, aproveché para liberar el único botón de mi blazer y retirándolo brazo tras brazo con cuidado, lo coloqué en transversal sobre mis piernas, alisando bien sobre las muñecas, las mangas de mi blusa de lino ...
    ... blanco.
    
    —Lo hemos intentado, créeme. —Y sin apartar esa vez la mirada de mí rostro, aprecié que sus ojos melancólicos, cobraban vida, obteniendo brillo y algo de luz. —Martha también ha puesto lo suyo, lo intenta. Ha cambiado, asumiendo su egoísta error y dispuesta a seguir las indicaciones de nuestra terapeuta. El problema no es ella en sí, soy yo, qué llegado el momento de hacerlo con mi mujer, empiezo bien los preliminares creo, pero sencillamente no puedo avanzar más pues al final me invaden las imágenes que me alejan de ella, matando mis intenciones.
    
    —¡Debes dejar de pensar en el pasado! —Lo interrumpí, creyendo que aún aquel video, cuadro a cuadro y en alta definición, Hugo lo repetía sin cesar en su mente.
    
    —Lo sé, pero no es lo que piensas. –Me respondió con rapidez–. Ya no son ellos el problema, ni verla en el video con uno de sus amantes o imaginándola teniendo sexo con aquel otro, sin tener certeza de donde ni cuantas veces la hizo llegar. Ahora el problema eres tú, Silvia. Que tan hermosa y desnuda, acariciándote para tu esposo, no te apartas de mi mente y yo… ¡Yo solo quiero estar contigo Silvia! Me masturbo en el baño bajo la ducha, o cuando en la madrugada Martha duerme profundamente y lo hago despacio para no despertarla. Mi ángel hermoso yo solo pienso… Yo solo deseo… ¡Silvia, quiero que me dejes hacerte el amor! Aunque sea solo una noche. ¡Por favor mi ángel, déjame amarte! —Y los colores se me subieron en aquel momento al rostro, me ericé por completo ...
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