1. Ella: Noche de copas


    Fecha: 19/08/2022, Categorías: Hetero Autor: Hansberville, Fuente: CuentoRelatos

    ... que sabía a polla y a semen. Volvía a mover lentamente tres dedos en su vagina mientras con el pulgar acariciaba su clítoris.
    
    Carlos, sabía lo que se hacía, no tenía ninguna prisa por que llegase al orgasmo. Así estuvo un buen rato, ella estaba a punto de estallar:
    
    -Aaahh, joderrr, que paja. Siii –decía con los ojos cerrados. Disfrutando de la delicadeza con que el camarero la masturbaba. Sin prisas, con la presión justa. En el punto exacto.
    
    -¿Te gusta eh? ¿Quieres mi polla? –preguntaba lascivamente el camarero.
    
    -Siii, métemela, fóllame. Méteme ese pedazo de polla por el coño.
    
    -¿Te va a caber?
    
    -Tú métemela, aunque me partas en dos. Pero fóllame ya.
    
    Él se quitó la camisa. No estaba depilado, pero tenía un cuerpo de escándalo. No era el adonis socorrista. Era un tío hecho, con brazos fuertes y un torso increíble. Llevaba un tatuaje de un brazalete tribal en el brazo izquierdo. Y sobre todo tenía una polla que le iba a reventar el coño. Ella se quitó la mini y el tanga. Se sentó a horcajadas sobre él. Carlos le pasó la mano por su sexo y luego se lubricó el glande con el flujo vaginal. La mujer fue descendiendo poco a poco y se fue clavando aquel cacho de carne duro como el mármol en su dilatado sexo. No podía evitar gritar de gusto con cada centímetro que le entraba. Su coño nunca había estado tan abierto. Cuando le entró entera se le escapó un grito de satisfacción. Pero él, sin que lo esperase le dio un último empujón hacia arriba que la terminó de ...
    ... calzar:
    
    -Aaayy… mi coño. Aaahhh. –Se quejó la mujer al notar como le llegaba hasta el fondo.
    
    -Uf… joder que estrechito. Aaaahhh.
    
    Comenzó a comerle los pezones, al tiempo que ella recuperaba el aliento. Se echó un poco hacia atrás se cogió las tetas y comenzó a botar sobre aquella barra ardiendo. La notaba tan adentro como nunca había notado ninguna. Tenía los labios totalmente tirantes. Creyó que se le rompería el coño. Apretaba la vagina para notar todas las venas de aquella polla impresionante. Logró coger un ritmo regular que le permitió notar como se deslizaba y chocaba el capullo violentamente contra lo más hondo de su ser provocándole escalofríos de placer en la columna:
    
    -Aaaahhh, joder que polla tienes. –Alababa ella.
    
    -Uf, que buena estás. –Adulaba él.
    
    -Rómpeme, joder. Clávamela hasta dentro.
    
    Carlos empezó a acariciar su clítoris mientras ella le cabalgaba. Ahora, la mujer se apoyaba en los hombros de él mientras doblaba las rodillas y las apoyaba en los laterales del asiento. Jadeaba y sus tetas botaban como dos balones, cada vez más fuerte. Gritaba. Los efectos de la coca se dejaban notar y su calentura no decaía:
    
    -Méteme un dedo en el culo, vamos. –Ordenó la periodista en un tremendo estado de excitación.
    
    Él le metió su dedo corazón derecho en la boca y ella se lo comió con deseo como si fuera la polla:
    
    -Aaaahhh, siii –gritaba mientras notaba como aquel dedo profanaba su ano hasta la última falange.
    
    Movía los dedos en círculos para ...
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