1. Coqueteando con el empleado de mi esposo


    Fecha: 29/08/2022, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Era la reunión del día del trabajador que acostumbraban a realizar en la empresa donde mi esposo, Mauricio, trabaja. Recuerdo como la voz de mi marido me hizo salir súbitamente de mis pensamientos. Había venido con un amigo el cual quería presentarme: Enzo.
    
    Desde un primer momento lo encontré simpático. Tenía 27 años una sonrisa especialmente seductora. De piel blanca, cabello castaño, ojos color café. Su característica más resaltante: Su cuerpo. Era alto, tenía unos brazos marcados. Antebrazos fuertes y pectorales prominentes. Al menos eso fue lo que pude ver en ese momento. Él se acercó y estiro su mano para saludarme. Yo hice lo mismo. Su mano era muy grande, áspera, aunque bien conservada.
    
    Mi marido me refresco que Enzo era ese amigo del trabajo que siempre estaba planificando las salidas los fines de semana. A lo que ambos echaron a reír y continuamos en una conversación muy amena. Era una persona bastante tratable y extrovertida. Alguien bastante agradable con quien conversar.
    
    No obstante podía notar como Enzo me comía con la mirada. Mi marido nunca se ha percatado de estas cosas, creo que no tiene una buena habilidad para observar esas pautas en las miradas de las personas. Yo sí. Podía sentir la mirada de Enzo en mi escote. Podía sentir como se quedaba más tiempo de lo normal mirando mi rostro. Tal vez intentaba no ser tan obvio, después de todo, aunque eran amigos, mi marido era su jefe, supongo que eso lo cohibía un poco de ser tan evidente. No obstante ...
    ... yo podía darme cuenta claramente de su interés.
    
    Desde siempre me ha gustado despertar interés en los hombres. Creo que no hay sensación más adictiva que sentirse deseada. Y realmente nunca había tenido problemas al respecto.
    
    Tengo 38 años. Soy de tez blanca, cabello castaño, liso, largo. Desde que mi cuerpo se desarrolló siempre tuve varios atributos que llamaban la atención: Mis piernas gruesas y marcadas, mis caderas anchas, mi trasero carnoso pero duro, y mi rostro que llamaba la atención por mis ojos azules claros y mis labios gruesos. Hoy día puedo decir que he sabido mantener esos atributos. Con gimnasio, dietas y supongo que buena genética, sigo teniendo un culo duro y unas piernas fuertes. Además, cuando tuve a mi primer hijo, mis senos crecieron en tamaño un poco y, algo con lo que nunca había contado, como los senos, ahora es uno de mis atributos a tomar en cuenta.
    
    En ese sentido me hago eco en decir que puedo levantar la llama del deseo en muchos hombres sin mucho esfuerzo. Como estaba pasando con Enzo.
    
    En toda la conversación yo estuve siempre sentada y decidí que era momento de levantarme y darle a Enzo un primer plano de mí cuerpo. Sé que a los hombres les llama la atención mi cola, y si ya le había gustado mi escote y mi cara, seguro que fliparía con mi trasero. Me disculpe bajo el argumento de que iría al baño y me levante con el propósito de que pudiera verme. Yo vestía un pantalón blanco ajustado, una blusa negra de escote y que dejaba mi espalda ...
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