1. Un impetuoso conquistador y una mujer predispuesta


    Fecha: 09/09/2022, Categorías: Infidelidad Autor: suruminga, Fuente: CuentoRelatos

    ... como en el café, sino uno al lado del otro y muy cerca. Ambos de espaldas a la pared. Las caras decían lo mismo que en el encuentro anterior salvo un momento muy significativo. Ella mirando el plato con la cabeza baja y empuñando los cubiertos como concentrada en la comida. Pero una mirada atenta podía apreciar que estaba con los ojos cerrados, mordiéndose el labio inferior y con los nudillos blancos por la fuerza con que sujetaba cuchillo y tenedor. Por su parte él tenía la vista fija en su acompañante, con la mano izquierda tomando la servilleta, mientras la derecha cruzaba por debajo en dirección a la falda. Esa actuación, que mostraba total normalidad para los presentes en el local, tuvo su culminación cuando ella, apretando los puños contra la mesa, abriendo al máximo los ojos y haciendo tres o cuatro movimientos convulsivos, pasó a la relajación. La despedida en el auto, a media cuadra de casa, parece haber incluido una mamada al miembro del galán.
    
    El tercero fue el viernes, en el mismo café con un dato nuevo y definitorio. El comisionado había podido ubicarse cerca y grabar un diálogo. Ella le contaba a Manuel que yo la llamaba con más frecuencia o la visitaba en el trabajo para ayudarla a resistir sus avances, agregando:
    
    - “Pobre, no sabe que soy yo la que te busco porque me llevás al cielo en cada cogida que me das”.
    
    Después de analizarlo, con cierta frialdad, llegué a la conclusión que intentar remediar nuestra relación era inútil. Ella estaba entregada y ...
    ... él sabía cómo hacer para que el abandono fuera total. Mientras evaluaba cómo me convenía actuar renové el contrato con la empresa de vigilancia por una semana más. Debían avisarme cuando los vieran salir del trabajo, indicándome dónde estaban.
    
    La solución era cortar, evitando el dolor que supone dilatar el vínculo, pero tomando el tiempo suficiente para cerrarlo bien y vengarme. Y para lograr buena efectividad pensé realizar dos movimientos; el primero dificultando la relación buscando aumentar el mutuo interés, lo que les llevaría a disminuir las precauciones; y el segundo darles campo libre, favoreciendo sus encuentros. En algún momento de este último vería de iniciar la venganza.
    
    La primera actividad de entorpecimiento fue el miércoles siguiente. Ante el aviso del vigilador fui al restaurant donde estaban. Como ellos se encontraban al fondo del local, entré y me ubiqué cerca de la entrada. Marcaba el teléfono para simular una llamada cuando, por el rabillo del ojo, veo al alguien parado a mi lado. Al levantar la vista me doy con el consumado amante.
    
    - “Me estás siguiendo?”
    
    - “Que yo sepa no, todavía me gustan las mujeres”.
    
    - “Y qué hacés acá”.
    
    “Pienso almorzar, pero antes la tengo que llamar a mi señora para invitarla”.
    
    - “No necesitás llamarla, después de cogérmela la traje a almorzar”.
    
    - “La noticia no será buena pero si impactante”.
    
    - “Y no te enojás”.
    
    - “No veo por qué. No somos amigos, así que ni siquiera me debés algo de lealtad. La que ...
«1234...»