1. Un impetuoso conquistador y una mujer predispuesta


    Fecha: 09/09/2022, Categorías: Infidelidad Autor: suruminga, Fuente: CuentoRelatos

    ... hora establecida viene a buscarme”.
    
    - “O sea que estás pagando una puta”.
    
    - “Cada uno se gana la vida como puede, en este caso he pedido una mujer culta y educada, pues pienso ir a ver un coro de castañuelas, luego cenar y después sin apuro a un hotel. Hasta mañana hay tiempo, no duermo acá”.
    
    - “Y me lo decís tan tranquilamente”.
    
    - “No te enojes querida, solo estoy cubriendo necesidades que cada tanto aparecen”.
    
    - “Y por qué no lo hacés conmigo, llevamos más de dos meses sin tener sexo”.
    
    - “Porque me resuena en la cabeza la broma de tu jefe, y cuando se me ocurre que, besándote, puedo encontrar saliva o semen de él se me van las ganas”.
    
    Por supuesto que no tenía certeza, pero era muy probable que este conquistador siguiera el patrón habitual de casi todos, considerar como gran objetivo tener sexo en la cama matrimonial. Por eso la dejé salir primero y, después de apagar las luces, conecté la alarma, y me encerré en el escritorio. La espera fue fructífera y corta, nada más que una hora y media. Los escuché hablar y subir al primer piso.
    
    Después de un lapso prudencial y observando el máximo silencio posible, tomé mi bate de beisbol y subí las escaleras orientado por los gemidos de mi mujer. Cuando llegué a la puerta abierta del dormitorio matrimonial, la escena era algo esperado. Ambos sobre la alfombra, mi esposa en cuatro puntos, él encaramado embistiéndola desde atrás, los dos dando la espalda a mi ubicación y expresando en voz alta lo que sentían y ...
    ... pensaban.
    
    - “¡Más fuerte, más, bien adentro, qué delicia, madre santa cómo me gusta!”.
    
    - “Parece que el cornudo no te da lo suficiente”.
    
    - “No papito, por el culo solo me das vos”.
    
    - “¿Qué, no lo dejás?”.
    
    - “No, porque se daría cuenta que otro me lo abrió y lo usa seguido”.
    
    El primer batazo fue en la espalda, el segundo en la cintura, y paré al sentir el crujido de los huesos de la columna. Luego lo saqué de encima de mi mujer, haciéndolo rodar al costado y llamé al 911.
    
    - “Acabo de darle un golpe a un tipo que estaba violando a mi esposa, ahora está desmayado pero lo voy a vigilar por si despierta antes que ustedes lleguen. Mi dirección es. . .estará la puerta abierta para que entren directamente”.
    
    Los policías pueden ser de todo, menos tontos. En seguida intuyeron que no había violación, pero la excusa era buena. No había ensañamiento y el inmediato llamado a emergencias hacían creíble la versión, que por otro lado mi esposa no iba a contradecir, pues hubiera sido aceptar causal de divorcio ante autoridad competente.
    
    Satisfecho con el futuro del amante, como usuario permanente de silla de ruedas, solo me quedaba ocuparme de mi benemérita esposa.
    
    Desde luego que lo sucedido no fue tema de conversación. Yo no tenía interés alguno en recibir explicaciones incongruentes, y si ella hubiera intentado hacerlo, le habría respondido con el viejo dicho: ‘No aclare que oscurece´.
    
    Joaquín y yo somos farmacéuticos, él dedicado a lo que específicamente son ...
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