Tendrías sexo con una mujer?
Fecha: 26/09/2022,
Categorías:
Hetero
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... de hielo, una maravilla.
- Ven María, te enseño el aseo por si quieres terminar de secar la camiseta.
- No te preocupes, ya está seca. El sujetador un poco mojado, pero está bien.
- Como quieras, pero esos pezones no bajan.
- Perdona, creo que será mejor que me vaya.
- No por favor. Era solo una broma. Me encanta ver una mujer así.
- No te equivoques, Isabel, no me gustan las mujeres.
- No me equivoco, que a ti no te gusten las mujeres no significa que no me guste a mi ver unos pezones duros. Ojalá se me pusieran a mí así.
- Disculpa pero me tengo que ir.
- Va María, perdóname. Tomamos un café y esperamos a Carmen en la terraza.
Como ya llevabamos, más de 5 min, calculé que Carmen no tardaría mucho, y acepté un café con hielo. Mientras Isabel preparaba los cafés yo tomé asiento en una de las tumbonas de la terraza. El aire fresco y lo cómodo de la tumbona me hizo relajar, solo deseaba que me pasara la calentura y mis pezones volvieran a su dimensión normal.
Sonó un teléfono, oí hablar a Isabel desde la cocina, no podía entender la conversación.
- Ya estoy aquí.- entraba con un carrito de servicio. Una jarra de café una de leche, azucarero y 2 tazas. También una cubitera y unas pinzas.
- Oh que bien. No era necesario tanto lujo.
- Es lo que se merece la amiga de Carmen y espero que también mía. Por cierto, ha llamado Carmen, que tardará como media hora más, aún no han llegado sus pastillas y las tiene que tomar ahora.
- Es verdad. ...
... Sin esas pastillas, Carmen podría tener ataques epilépticos.
- Lo sé, soy su neuróloga.
- No sabía a que te dedicabas. Bueno, me tomo el café y me voy. Otro día volvemos con Carmen.
- Tranquila, que no te voy a comer. Lo tomamos y te acompaño.
- Bien, gracias.
- Voy a buscar las pastas que he preparado, un segundo.
- Bien, llamaré a mi marido que llegaré un poco más tarde.
No era necesario llamar a mi marido, seguramente ni se había percatado de mi ausencia. Le dije que estaba con Carmen en casa de una amiga y tardaría media hora en llegar. Ni se inmutó ni preguntó nada.
Noté pasar cerca de mi a Isabel, llevaba una bandeja con repostería. La vi ponerla encima del carro. Y noté que se había cambiado los pantalones, por una falda plisada que dejaba ver unos muslos muy trabajados en el gimnasio. No le di importancia. Yo no, pero mi cuerpo si. Otra vez los pezones duros y marcando la camiseta. Vi como Isabel se había dado cuenta, no dijo nada.
Preparamos las tazas i probé una pasta con crema. Ella sentada delante mío, cogió uno de nata. Y sacando la lengua, recogió toda la nata. Con un movimiento muy sensual y que había dejado un punto de nata en la nariz. No lo quitó.
- Ahora tu.- me dijo
Sin decir nada, hice lo mismo, entre las dos partes de la lionesa, metí mi lengua y recogí toda la crema. Mirándola a los ojos, vi como hacía un movimiento con las piernas. Los ojos se me fueron a ellas. Estaban abiertas, la falda se había subido y dejaba ver un ...