Tendrías sexo con una mujer?
Fecha: 26/09/2022,
Categorías:
Hetero
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... coño depilado. No muy grande y asomaba un brillo que indicaba excitación.
Eso si que hizo reaccionar mi cuerpo. Noté como mi sexo se mojaba. Mis piernas se abrieron, aunque con los pantalones no se veía nada, si que apareció una pequeña mancha de humedad. También lo notó Isabel.
- No te gusta la nata?
Agradecí no hiciera referencia a mi excitación.
- Si que me gusta, mucho.
Vi como cogía otra de nata y con el dedo, recogió toda la nata. Tirando la espalda hacia atrás. Llevo su dedo con la nata a su coño y la metió entre sus labios mayores.
- Quieres esta lionesa?
No sé qué pasó, perdí la noción de lo que hacía. Mi dedo recogió casi toda la nata y me la llevé a la boca.
Abriendo más las piernas y el coño, me dijo:
- Aun queda nata, quieres comerla.
Sin decir nada, me arrodille delante de su coño y metí la cabeza entre sus piernas. Lamí aquel coño lleno de nata. Una nata un poco salada, pero que me supo a gloria. Note su clítoris duro y salido. Me paré unos segundos. Era mi primer clítoris. Sentí como Isabel tenia la respiración alterada. Sus manos fueron a mis pechos, no llegaba bien en esa postura. Pero cogió un pezón y lo apretó fuertemente. Nadie me había hecho eso en mis tetas. Siguió y estiró mi pezón a la hora que mi coño emanaba flujos de mi primer orgasmo lésbico. No pude contenerme y hundí mi boca en su coño, para acallar mis gemidos. Noté como ella también tenia espasmos y recibí sus flujos en mi cara. Seguí lamiendo, bebiendo y ...
... apretando su botón con mis labios.
Las dos, en silencio, nos miramos. Ella con una sonrisa y yo con cara de no saber que ha pasado y llena de su corrida.
Nos levantamos, me cogió de la mano y me llevo al aseo.
- Desnúdate y lávate, te traigo ropa limpia.
- No hace falta, de verdad
- Déjame a mi.
Me metí en una ducha romana y estuve lavando mu coño. Aun sentía placer al pasar mis dedos. Seguramente mi sexo reconocía esos dedos que tanto lo habían tocado,
Cuando entró Isabel al baño, venia desnuda, con dos montones de ropa. Yo tenia mi mano tocando mi sexo.
- Me dejas beber de esa fuente?
Y arrodillándose delante mío, apartó mis manos y llevó su boca a mi coño, arreglado pero con pelo. No le importó. Noté como una corriente me recorría mi cuerpo. Mis rodillas se arquearon, busque la pared y apoyé mi espalda. Era como pulsaciones de placer. No podía parar, le cogí la cabeza y la apreté contra mi coño. Movía a mi gusto su cabeza. Contra mi clítoris chocaba su lengua, su nariz. Ella se dejó hacer. Y al final se bebió, de mi fuente, todo lo que salió de ella.
Estuvimos un rato sentadas. Sin decir nada. El agua caía en forma de una lluvia fina. Tras secarnos mutuamente y dejarla que chupara mis pezones, mordisco incluido. Me vestí con la ropa que me había traído. Una bragas de seda a juego con el sujetador, una camiseta y un chándal de primeras marcas.
Mientras me acompañaba a la puerta.
- Ya te lo devolveré todo, limpio.
- Todo es para ti. Aunque si ...