La putita del vecindario (Parte 1)
Fecha: 04/10/2022,
Categorías:
Transexuales
Autor: adriianaa, Fuente: CuentoRelatos
... a quedarme platicando con ellos yo tenía otros planes para la noche, así que les sonreí, me despedí y seguí mi camino, mientras sentía sus miradas clavadas en mi trasero al alejarme. Me dirigí hacia el parque por mi ruta de costumbre y, para mi mala suerte, no encontré muchas opciones. Pasaron solo un par de coches que sonaron su claxon y un taxista que se detuvo un poco para silbarme, pero nada más. Llegué al parque y era muy temprano, así que seguí caminando, alejándome un poco más, hacia una de las avenidas principales donde pensaba podría mostrarme un poco más. Aunque no sabía qué hacer ni cómo reaccionar si alguien se acercaba a mí, la idea me excitaba bastante.
Mientras más me acercaba a la avenida, más se escuchaba el ruido de los coches y camiones que pasaban por ahí. Veía a lo lejos que pasaban muchos tráileres, supongo que debido a que había menos tráfico a esa hora lo tomaban como una de sus rutas. Sentía que mi corazón palpitaba de nerviosismo y, a menos de media calle de llegar a la avenida, un coche se detuvo junto a mí, el conductor me llamó con un gesto de la mano y bajó la ventanilla del lado del copiloto. Me acerqué y pude observarlo mejor, era un hombre maduro, de unos 60 años, de barba y bigote, bien vestido con camisa y saco de color negro, calvo y gordito.
-“Hola guapa, ¿necesitas que te lleve? ¿O apenas estás empezando la noche?” Me dijo sonriendo mientras se acariciaba el pene sobre su pantalón.
-“Apenas voy empezando” le dije mientras mi ...
... mirada se clavaba en su prominente bulto, “veo que necesitas algo de ayuda”
-“Así es nena, dime, ¿cuánto me cuesta un poco de tu ayuda?”
-“Solo estoy buscando diversión, la verdad no trabajo en esto”
-“¡Vaya! Me parece increíble. Sube y vamos a un lugar un poco más privado”.
Subí al coche y dio una vuelta, se dirigió a un par de calles a una zona donde había unas bodegas y donde las calles estaban prácticamente solas, mientras acariciaba su bulto sobre el pantalón. Se estacionó en una calle oscura y sola, apagó el coche y me pidió que pasara al asiento trasero. El hizo lo mismo y al entrar ya llevaba el pantalón a medio muslo con su pene de fuera, completamente erecto. Se sentó y me indicó que se la chupara, así que me puse en cuatro en el asiento trasero y me llevé su verga a mi boca, dando unas lamidas leves. Olía tan divino, el olor de su loción corporal combinado con ese olor característico de un verdadero hombre que impregnaba por completo mi nariz mientras sentía el sabor salado de su líquido preseminal en mi lengua. Me levantó el vestido para manosear mis nalgas, soltando una nalgada fuerte y sonora de vez en cuando.
-“Estas deliciosa mi amor, y pensar que iba a gastar contratando a una chica, qué suerte que te encontré a ti”, y empujó mi cabeza hacia abajo, haciendo que su pene llegara hasta mi garganta.
No tenía un pene muy grande pero sí bastante grueso, por lo que de inmediato hice el intento de sacarlo un poco, lo que fue en vano porque seguía ...