1. La putita del vecindario (Parte 1)


    Fecha: 04/10/2022, Categorías: Transexuales Autor: adriianaa, Fuente: CuentoRelatos

    ... ahí ni una sola persona. Era un edificio enorme tras otro, con entradas muy amplias, cámaras de seguridad en cada una de ellas, algunos tráileres y camionetas estacionadas por fuera. Caminé un poco, resignada a estar en esa solitaria zona, pensando que seguramente en esos lugares habría algún guardia de seguridad y deseando que alguno saliera para saciar mi calentura. Pensaba en esto cuando al pasar por una de las entradas vi a un hombre orinando detrás de un camión. Era un hombre de aproximadamente 50 años, gordo, de brazos fuertes, alto, con cabello canoso, muy moreno; me detuve en seco pensando si evitarlo y esperar a que se fuera para seguir mi camino o acercarme a él, pero quedé tan inmersa en ese pensamiento y observándolo a lo lejos, tratando de ver su pene, que no me di cuenta que ya me veía fijamente. Me chistó, dio un par de pasos hacia la acera, y con su verga en la mano se dirigió a mí:
    
    -“Hola guapa, ¿qué haces tan solita por aquí amor? ¿Estás buscando algo como esto? ¿Te gusta lo que ves?”
    
    No supe qué responder, me sonrojé por haber sido sorprendida y sonriendo bajé la mirada por un segundo, para después devolverle la sonrisa y, sin decir una sola palabra, caminar hacia ese desconocido que me ofrecía su verga mientras jugueteaba con ella. Llegué frente a él y sin decir una palabra tomé su verga con mi mano, me agaché y me la llevé a la boca. El sabor era completamente opuesto a la que había probado al inicio de la noche, era un sabor penetrante a macho, a ...
    ... sudor, con un olor bastante fuerte como si se hubiera masturbado ya algunas veces en el día, pero me encantaba.
    
    Ese olor, combinado con el sabor de las últimas gotas de orina que quedaban aún en él, la sensación de su verga creciendo poco a poco dentro de mi boca y endureciéndose, con la excitación de estar en plena calle haciéndole un oral a un perfecto extraño a quien ni siquiera le había dirigido la palabra, me ponía súper caliente. Aceleré el ritmo y metía y sacaba ese pedazo de carne de mi boca; mi saliva escurría sobre mi barbilla mientras el sonido de mi mamada resonaba por toda la calle. Escuchaba que mi macho gemía de placer mientras sujetaba mi cabeza y embestía por ratos, en ese momento no podía apreciar el tamaño completo de su pene pero por más que lo intenté no podía meterlo por completo a mi boca.
    
    -“Uff, que rico la chupas mi amor, se notaba que eras toda una zorra pero no pensé que te gustara tanto la verga. Respira profundo porque lo que sigue te va a gustar más amor” Diciendo esto puso una mano detrás de mi cabeza, otra en mi frente, y empezó a moverse hacia adelante y hacia atrás, cogiéndome durísimo hasta la garganta. Se escuchaba mi esfuerzo por resistir sus embestidas, mis arcadas de vez en cuando por sentir cómo invadía mi garganta fuerte y velozmente, sus gemidos, y su voz diciéndome lo puta que era. La sacó de pronto e ingenuamente pensé que era para dejarme respirar, cuando sentí una descarga de semen caliente y espeso sobre mi rostro. Un chorro ...