1. En la piscina de mis cuñados con mi mujer


    Fecha: 15/10/2022, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... de su bañador e intentaba asomarse con disimulo desde su posición, para ver si podía verse algo más a través de la apertura en el pavés. Efectivamente, Ana, que en su intento de ocultar su tarea, se había puesto de espaldas a la piscina, había descuidado ese hueco en el pavés por el que se entraba a la ducha y estaba totalmente expuesta, con el culo en pompa dando a mi cuñado unas buenas vistas de su culito y su coñito por detrás, que frotaba y llenaba de jabón.
    
    El ritmo de la mano en el interior del bañador de mi cuñado fue creciendo, atreviéndose incluso a bajárselo dentro del agua y poder sacarse su polla para tener más libertad de movimiento. Ver a mi cuñado espiando a mi mujer desnuda duchándose y haciéndose una paja, me estaba pareciendo muy excitante. No pensaba que reaccionaría así en esa situación, pero en lugar de salir para recriminarle nada, seguí allí escondido, contemplando la escena y llevando mi mano a mi polla. Miraba a Ana y veía cómo seguía cada vez más agachada, lavándose las piernas para disfrute de mi cuñado. De pronto mi cuñado echó la cabeza para atrás, cerró los ojos y al momento cesó su movimiento y se subió el bañador. Al tiempo Ana cerró el grifo y sacó la mano de la ducha para coger la toalla que estaba colgada fuera, se secó ligeramente el pelo con ...
    ... ella y se la lió alrededor del cuerpo. Al salir miró donde estaba mi cuñado, justo en la línea visual del hueco del pavés de la ducha, y noté como se sonrojó pensando que podía haberla visto. Vino hacia el baño para cambiarse de ropa y me encontró allí, sonriéndole. Me miró y me preguntó que por qué me reía y le conté de lo que había sido testigo. Le dio mucha vergüenza porque ella siempre había pensado que no se distinguía nada absolutamente a través del pavés y que cuando se había puesto a lavarse, al frotarse con el jabón y notar toda esa leche que salía de ella y al seguir excitada, se había frotado hasta correrse de nuevo. Esto explicaba su descuido al no darse cuenta que se estaba poniendo agachada en la zona del hueco de la ducha y ahí es cuando más disfrutó mi cuñado.
    
    Son varias las ocasiones en las que nos hemos vuelto a bañar en la piscina, pero nunca tan entretenida como esta vez. Alguna vez nos hemos bañado los cuatro solos a las 2 de la mañana, mientras tomábamos un gin tonic, con todo apagado y lleno de velas en el borde de la piscina. Aprovechando la situación, he propuesto bañarnos desnudos, pero Ana y Sara simplemente se han limitado a reírse pero no han dado todavía el paso. Mucho me temo que mi cuñado no tendría ningún problema en volver a ver a Ana desnuda. 
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