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Para eso está la familia
Fecha: 29/10/2022, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... que supuse que acompañaba a su orgasmo. Al contrario que Alberto, Paco no dejó de pistonear su instrumento dentro del coño de Sonia mientras se corría. Incluso desde donde yo estaba podía escuchar el chapoteo de su polla batiendo su esperma y el de su propio hijo dentro de mi novia. El orgasmo de mi tío duró una eternidad y cuando por fin retiró su polla de dentro de Sonia dejó un tremendo agujero que los castigados músculos de su vagina tardaron en cerrar. Mientras tanto, grandes cantidades de esperma empezaron a brotar por el agujero y derramarse en la hierba. - Será mejor que cierres las piernas, preciosa, - Le dijo mi tío mientras se ponía en pié cogiéndose de los riñones. - o dejarás escapar todos los bichitos esos… - y rió a carcajadas. Sonia soltó el tronco del árbol y giró sobre su lado derecho, cerrando las piernas y encogiéndose hasta quedar en posición fetal. Alberto ya se marchaba por el sendero que daba hacia el camino y su padre le siguió echando un último vistazo atrás. Como el día anterior junto al pozo me quedé escondido sin saber qué hacer mientras oía a Sonia sollozar tirada en el suelo. Al cabo de unos minutos se puso en pie poco a poco, dolorida y quejosa. Se quitó la bragas que le colgaban del pié y se limpió con ellas la entrepierna antes de guardárselas en el bolsillo del vestido. Después empezó a caminar patosa, con las piernas abiertas, por el mismo sendero por el que se habían marchado Alberto y su padre. Yo volví a la casa por el camino ...
... por el que había venido. Cabizbajo y abatido no sabía que me encontraría al llegar a la casa ni cómo lo gestionaría. Después de todos esos años nada había cambiado y Alberto volvía a ganar. Pero esta vez su premio era demasiado grande, su trofeo demasiado caro. Y no solo eso, no solo había presenciado como él abusaba de mi novia, también su padre se había aprovechado de ella. Ambos se la habían follado de forma brutal y sin contención, hasta el fondo y hasta el final. Y el hecho es que había algo raro en lo que había pasado pero en ese momento no podía pensar con claridad. Cuando llegué a la casa subí directamente a la habitación. No quería encontrarme con nadie. Pero en la habitación estaba Sonia, sentada en la silla junto a la cama. - ¿Dónde estabas? - me preguntó y solo acerté a responderle que había ido a buscarla al campo pero no la había encontrado. Esperé allí plantado esperando que rompiera a llorar, que me explicara el terrible asalto que había sufrido pero en vez de eso pareció aliviada por mi respuesta. - Deberías volver a la cama y descansar. - Y en eso quedó todo. Se puso en pie y me ayudó a desvestirme y meterme en la cama. Después salió de la habitación prometiéndome que volvería en unos minutos con una infusión caliente. Todo eso sin que apenas se le notara el dolor que debía tener en la entrepierna. Esa noche tampoco fue buena. La fiebre remitió pero el cansancio y las pesadillas me tenían completamente descolocado. Tengo el recuerdo borroso de haberme ...