Melisa, Marisa, Ruben....¿fingimos?
Fecha: 30/10/2022,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... durante el cual, Melisa dispuso sus piernas apoyando los pies en la parte trasera de mis gemelos.
Lo hizo habilidosa, firmemente pero sin causar dolor para así poder impulsar el movimiento de sus caderas.
No te muevas– añadió – Déjame un rato – y comenzó un vaivén muy muy lento, logrando sacar la mitad del miembro para luego, volver a introducirlo al gusto – Mmmmmm…mmmmmm
Así permaneció casi dos minutos hasta que…
Ay métemela, métemela rápido Toño.
Y lo hice.
En cinco o seis sacudidas Melisa alzo las piernas hasta apretar mi cintura con doble nudo, acariciando ya con presión, mis omoplatos.
Su rostro enarcaba cejas, su boca se abría, sus mofletes enrojecían.
Igual, imagino yo, a lo que sus ojos verían en mí mismo.
Porque yo…
Estoy en el cielo Melisa.
Y ella…
Toño cariño, cariño, dame así, así corazón. Dame que me vengo, me vengo.
Oggg Melisa me corro, me corro dentro de ti cariño
Y lo hicimos.
Lo hicimos juntos.
Corrernos, en apenas ocho minutos, completamente compenetrados.
Yo en ella.
Ella en mí.
Cuando ella apretó mis nalgas para extraer hasta el último jugo, entonces caí sobre sus pechos, comenzando entre ambos un lento juego de caricias en busca de apaciguarnos.
Sentí sus besos en mi cabello, ella los míos sobre el sudor de sus poros, mientras los últimos estertores de su vagina apuraban el orgasmo.
¡Párteme hijo puta párteme!
Al otro lado, llevaban media hora follando cuando nosotros comenzamos y todavía ...
... se pegaron otra hora más después de que nosotros hubiéramos acabado.
Lo siento Melisa.
¿Por qué hombre?
Yo nunca tuve una resistencia como la de tu marido.
Oh corazón. Si todo en este mundo fuera eso. No salgas de mí–rogó besándome el cabello – En este juego Toño, no todo es tamaño, aguante y porno. Esta ese algo más que….
Calló.
Abrí los ojos.
Continúo callando.
Ambos nos dormimos abrazados, como colegiales, mientras por toda la casa, resonaba la bestial y estruendosa follada de nuestras respectivas parejas.
***
Un estirado gemido nos despertó a ambos cuando el sol debía marcar casi el mediodía.
En ningún instante habíamos dejado de dormir abrazados.
El rostro casi cincuentón de Melisa, me ofreció un buenos días justo después de que Marisa le gritara a Rubén que le devorara el coño.
Sentí su mano dispuesta sobre mi mejilla. Sentí que estábamos los dos, al borde de la lágrima.
Toño….Toño esto no está bien y lo sabes.
Asentí con la cabeza.
Esta situación no es normal, no puede durar, no podemos alargarla.
Ambos tenemos hijos – continué – Responsabilidades. Si se enteran de lo que estamos haciendo….será el fin de todo.
Y sin embargo no puedo parar – reconoció besando mi frente – Soy incapaz de hacerlo.
No quiero fingir.
No quiero fingir.
Otro largo gemido indicó que Rubén había encontrado para su lengua el botón deseado.
Ni caso.
Melisa – la atraje aún más, dirigí su barbilla para que nos miráramos.
Si lo ...