1. Melisa, Marisa, Ruben....¿fingimos?


    Fecha: 30/10/2022, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... propietario.
    
    Lo volverá loco.
    
    Se despegara levemente, dejando un nada sutil hilo de preseminal alargándose viciosamente de la polla a la boca. ¿Cómo la tiene tu marido?
    
    Rubén está muy bien dotado. No es cuestión de largura. En eso es normal. Es gruesa. Inusualmente gruesa. Sin embargo lo que le gustara a Marisa son sus venas. Venas gruesas y azuladas que la alimentan rodeándola como la hiedra a un tronco grueso, haciéndola palpitar de una manera que hipnotiza. Eso y el capullo, rosáceo y muy expandido.
    
    Una polla cabezona.
    
    Cabezona sí – reconoció - Ella la cogerá con una mano mientras con la otra aferra la cabeza de tu mujer para penetrar su boca más allá de donde ella sea capaz de aguantar la arcada.
    
    Le gustar rozar los límites.
    
    Superarlos. Le gusta superarlos.
    
    Marisa la chupara gustosa mientras acompasará la felación con suaves caricias a su clítoris. ¿El gritara?
    
    Gritara y dirá de todo. Cosas soeces por supuesto.
    
    ¿Ejemplo?
    
    Chupa puta…
    
    Ella lo castigará mordiéndole el tronco.
    
    Devórala…
    
    Ya lo habrá hecho.
    
    ¿Dejará que se corra en su boca?
    
    No le importa. Me lo ha permitido varias veces. Pero no será en esta ocasión.
    
    ¿Por qué?
    
    Porque tu marido es un desafío. No querrá desaprovecharlo.
    
    Rubén no se arredra nunca. La alzara, la cogerá por la cintura con la fuerza de un toro. Bufará en el esfuerzo.
    
    Ella lanzará un leve grito.
    
    La arrastrará hasta el escritorio, apartando de una patada la silla. La sentará mientras Marisa ...
    ... avienta la carpeta, los papeles, los folletos.
    
    Ella se verá reflejada en el espejo del cabecero. Sus ojos asomando sobre el hombro derecho de tu marido.
    
    Vera la espalda de Rubén, vera sus piernas abrazando sus caderas, sentirá sus besos descendiendo cuello abajo, la succión de sus pezones, el disfrute de su ombligo.
    
    A Marisa le acompleja su lorza. Solo tiene una pero…
    
    A Rubén le enloquecen las chichas. Hasta me prohíbe las dietas. “La mujer…mujer y no fideo” suele decirme.
    
    ¿Entonces?
    
    Entonces colocara su boquita entre los muslos, regando lo que tenga delante con un aliento plagado de deseos. Directo. Sobre sus labios vaginales.
    
    Sobre su coño.
    
    La puta de tu mujer se mirara nuevamente al espejo. Mojará de más gozando, contemplando como su cara se va transformando con cada lamida…abrirá la boca…morderá su labio inferior…dilatará las pupilas, jadeará cada vez más indisimuladamente.
    
    El dará un largo y lento repaso, muy bien ensalivado. De abajo hasta arriba. La conozco. Le gusta empezar algo agresivo cuando huele un buen cunnilingus. Luego entrelazara los pies entre los omoplatos de Rubén. Para aumentar la presión sobre su clítoris.
    
    Lo localizará rápidamente. El muy sabueso tiene un radar único para ello.
    
    A Marisa le abulta. Demasiado. Destaca cuando se enrojece. Como una cereza jugosa y brillante.
    
    Rubén lo besará cándidamente, intercalando leves juguetones con la punta de su lengua, salivadas, suspiros e incluso roces con la nariz. La nariz. No ...
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