Ana y el herrero
Fecha: 25/11/2022,
Categorías:
Erotismo y Amor
Autor: Mrodrigues, Fuente: CuentoRelatos
Ana era una hermosa mujer madura, morena clara con cabello negro y largo, conservaba muy bien su figura, divorciada hace varios años con sus hijos fuera del país buscando mejores oportunidades, vive sola rodeada de buenos vecinos a los que trata como familia. Es profesora en una universidad, lleva una vida tranquila ya que no le hace falta nada para satisfacer sus necesidades excepto una, el amor.
Su vida matrimonial no fue muy buena y luego del divorcio no encontró en las relaciones posteriores que tuvo algo que la llene por completo, nunca encontró alguien que halagara sus muchas o pocas virtudes, alguien que le dijera que bien luce o lo bonita que se veía, por lo cual había dejado de lado las ganas de arreglarse bien o simplemente tratar de lucir atractiva, hay algo en su vida que aún no ha sido llenado por nadie y es algo que si bien no la atormenta… no le caería mal encontrarlo.
Una tarde mientras compartía un café con unos vecinos, faltaba una de sus amigas, quien estaba atendiendo a un herrero que estaba terminando de reforzar la ventana de la habitación de sus hijos debido al temor que tenia de que pudiera entrar algún ladrón por esa ventana.
Era un hombre un poco menor que Ana, no muy alto, pero si con brazos bien definidos debido al trabajo que hacía, la amiga de Ana le pago y él se marchó, no sin antes devorar fugazmente a Ana con la mirada, aunque ella notó esa mirada no supo que hacer en ese momento, lo que si sabía era que tenía que ver el trabajo que ...
... había terminado de hacer aquel hombre de pocas palabras, pero que Ana no pudo quitar de sus pensamientos.
Cuando entró a la habitación donde estaba la ventana ya reforzada por Manuel, Ana entendió pícara, interesada, pero tímidamente que necesitaría un trabajo igual ya que su ventana era igual de débil y además vivía sola, por lo que le pidió a su amiga el número de Manuel.
A los pocos días marcaba el número de aquel herrero que por algún motivo desconocido no salía de la mente de Ana, marco el teléfono y al sonar los primeros tonos colgó la llamada como si fuera una travesura de niños que marcaban a cualquier numero solo por molestar, sentía un temor de hablar con Manuel, hasta que finalmente lo llamo y le pidió venir a hacer el mismo trabajo.
Al día siguiente llego Manuel con todas sus herramientas bajo un calor fuerte que lo que lo hacía lucir sudoroso, Ana lo dejo entrar mirándolo por completo como en cámara lenta, detallando su cabello suelto, su barba de unas dos semanas, sus brazos marcados por la rudeza del trabajo y algunas cicatrices, su franelilla un poco húmeda y sus lentes oscuros.
La escena en cámara lenta se interrumpió por el ruido de sus botas y de la voz grave de Manuel pidiendo que le indique cual es la ventana que quería reforzar mientras sonreía cortésmente. A lo que Ana lo llevo y lo dejo en la habitación para luego salir a la sala a tomar aire, la presencia de Manuel la hacía sentir febril e inquieta.
Pasaban las horas y Manuel trabajaba ...