1. Ana y el herrero


    Fecha: 25/11/2022, Categorías: Erotismo y Amor Autor: Mrodrigues, Fuente: CuentoRelatos

    ... en silencio, solo se escuchaba el ruido de su martillo, y el estruendo de la amoladora. Pasaron algunas horas y Ana entro a ver cómo iba el trabajo y encontró a Manuel sentado comiendo un sándwich a lo que ella amablemente le llevo una fría bebida para calmar el calor y acompañar su almuerzo.
    
    Manuel agradeció el gesto y terminó rápidamente para seguir trabajando. Ya para la tarde al irse tuvieron una corta y amable charla donde Ana le decía que ahora se sentía más segura, pero que quería que también reforzar una ventana más, a lo que Manuel se ofreció volver al día siguiente para hacer el trabajo.
    
    Al despedirse, Ana le dijo que no traiga comida, ella lo invitaría a almorzar, se despidieron con una sonrisa y la promesa de verse al día siguiente. Ya en su cama Ana daba vueltas sin poder dormir, no entendía como un desconocido la había hecho sentir esa sensación de calor, de humedad y de inquietud que ni siquiera en sus días de noviazgo había sentido.
    
    Al día siguiente Manuel llego más temprano para empezar el trabajo y Ana lo recibió con un café y el inicio de una charla con un poco más de confianza, ella quiso estar presente mientras Manuel trabajaba pero no se atrevió a estar tanto tiempo cerca de él, de nuevo los golpes de martillo el ruido de la amoladora y la luz relampagueante de la soldadura salían de la habitación donde estaba Manuel mientras Ana disfrutaba sentir ese nerviosismo y febrilidad que le hacía sentir la presencia de aquel herrero.
    
    El calor se ...
    ... hacía más fuerte a medida que pasaban las horas, por lo que Ana le llevo una bebida refrescante y encontró a Manuel con el torso descubierto mientras exprimía su camiseta después de haberla mojado en una tina de agua, nuevamente Ana tuvo esa visión en cámara lenta de aquel hombre que con los ojos cerrados dejaba caer las gotas de agua de su camisa en su cara, mojando su cabello suelto y la barba que lo hacía ver como todo un hombre rudo, lo marcado de sus brazos y su torso, su tatuaje de infantería de marina. Las gotas seguían cayendo, ya no solo desde la camisa de Manuel, sino que empezaban a brotar de la vagina de Ana que ahora sabía lo que estaba sintiendo. Solo dejo la bebida en la mesa y se fue sin que Manuel pudiera verla.
    
    Al momento del almuerzo Manuel se sentó a la mesa con el cabello mojado, se había lavado la cara y la cabeza para refrescarse, contrariamente a Ana que empezaba a no saber disimular lo acalorada que se sentía, mientras almorzaban Manuel le contaba de sus experiencias en los despliegues militares en los que había participado y los motivos que lo llevaron a salir del ejército, Ana escuchaba con atención, en especial la parte donde le contaba de la ruptura de su última relación, sin dejar de contemplar las grandes y gruesas manos con las que sujetaba los cubiertos, ella le conto un poco también de su vida y lo sola que se sentía.
    
    Manuel le dijo que a pesar de lo agradable de la conversación debía continuar el trabajo, se levantó de la mesa y le dio el ...
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