1. El caballito del diablo


    Fecha: 29/11/2022, Categorías: Infidelidad Autor: Maligno, Fuente: CuentoRelatos

    ... pasaría después y que ya no podría negarse.
    
    -Sabes muy bien que no pasara nada que no quieras... le dije amablemente. -ya sabes lo que quiero y aun así has venido. Me halagas. Completo mientras sorbo el último poco de café, pero con un tono suave con ánimos de apoyarla.
    
    Ella respondió con la cabeza y sonrió.
    
    Al verla aceptar mis términos de aquella manera no pude contener mis ansias mucho más y dejé salir lo que había estado esperando desde el momento que la vi llegar.
    
    Ella llevaba puesto un vestido veraniego algo suelto y sandalias que parecían muy cómodas, el cabello suelto y poco maquillaje, justo como le había pedido semanas atrás que me gustaría que estuviera el día que nos conociéramos. Claramente utilizó todo lo que estuvo a su alcance para agasajar mis deseos de aquella manera y que me habían hecho la espera eterna para poder decirle la siguiente frase.
    
    -puedo pedírtelo ya? Le digo viéndola a los ojos a los que ella no dejaba de ver fijamente con afán de encontrar la verdad en mi!
    
    Ella asintió sin dejar de verme a los ojos y de la misma manera le respondí.
    
    -entonces dame lo que quieras ofrecerme y después nos vamos de aquí. Le dije muy calmado.
    
    Días atrás habíamos acordado algo; a ella le gustan mucho los juegos sexuales y habíamos hecho muchas cosas en aquel chat. Pero entre nostalgia, fantasía y morbo pactamos que cuando llegara el momento ella me dejaría saber si estaría dispuesta a tener relaciones sexuales conmigo dándome un objeto en la ...
    ... mano. Así no habría peligro de que nadie se entere de lo que significa.
    
    Además, para mi serían como trofeos de una batalla donde nadie pierde y para ella una innegable declaración morbosa.
    
    Acordamos que si me daba su anillo de matrimonio en la mano me dejaría tratarla con la acostumbrada dominación de nuestros relatos, entonces sabría que desea que la trate como a una puta y me dejaría hacer con ella lo que quisiera. Y si me entregaba la tanga que llevará puesta ese día significaría que las cosas se harían con calma y todo bajo sus órdenes, cediendo ante sus necesidades y a su manera. Aunque a esto último había podido negociar con ella que si me entregaba su ropa interior la haría mía en su propia casa.
    
    Mi corazón se aceleró y sin poder evitar me puse muy duro al verla decidida.
    
    Ella se tomó de las manos, y con algo de esfuerzo logró deslizar la alianza de matrimonio por su dedo. Para mi fue tan sublime ver como ella aceptaba de aquella forma lo que habíamos acordado.
    
    Las miradas no se cortaron y podía ver en sus ojos el deseo de ser lo que yo quisiera.
    
    Mi boca no dejaba de salivar como si se tratara de un manjar lo que tenía delante. Mi mente trazó miles de planes a la vez los latidos del corazón me retumbaban en los oídos de lo excitado que me sentía.
    
    Justo cuando saco su anillo lo sostuvo en su mano cerrada.
    
    Está dudando demasiado, pensé! No me lo ha dado. Repetía en mi cabeza sin hacer caso a nada más.
    
    Fue entonces cuando perdí la cordura al ver ...