1. El caballito del diablo


    Fecha: 29/11/2022, Categorías: Infidelidad Autor: Maligno, Fuente: CuentoRelatos

    ... oído y susurré muy suave; (el conductor no pudo haber oído en medio de la música y el tráfico que había)
    
    -Piensa que es tu esposo quien te acaricia. Lleva su nombre gravado ahí!
    
    No hizo falta decir más nada para que aquella mujer cerrara los ojos y yo aprovechara en acariciarle los muslos con el anillo. Des pues ella solo miraba el camino
    
    Yo estaba alucinando con la reacción de aquella mujer casada. No podía creer que finalmente estaba con esa mujer, con la que había dejado expuestos todos mis vició y deseos más oscuros y ella parecía no importarle.
    
    No estaba seguro de si ella lo estaba disfrutando, pero no decía nada.
    
    Acariciaba los muslos por arriba y poco a poco me adentré en su parte interna, donde la piel es más suave y caliente
    
    El vestido se corrió convenientemente cuando ella abrió sus piernas cuanto podía. Y me vio con ojos de juego!
    
    El chofer no prestaba demasiada atención a lo que hacíamos ya que de la cintura para arriba parecía que estábamos discutiendo y no queríamos saber nada el uno del otro.
    
    Pero de la cintura para abajo nos conteníamos, yo con un pantalón a punto de explotar y ella con movimientos voluntarios que hacían muy despacio y promovía que el anillo le acariciara cada vez más profundo.
    
    Lógicamente mis ...
    ... manos alcanzaron rozar sus pieles que ardían al tacto, pero ella parecía que solo podía sentir la punta de mis dedos que sostenían el anillo, que un hombre le puso años atrás y que llevaba en su mano hacia algunos minutos.
    
    Sabía perfectamente que el letal rozaba el pubis y los labios vaginales de aquella mujer se tragaban al anillo sujeto en mi mano. El coño se le brotó en aquel taxi y dejaba que usara mis manos y el regalo de bodas de su pareja como un consolador enorme.
    
    Estuve algún tiempo hincando mis dedos en su vagina con calma y disimulo en aquel taxi hasta que empezó a oler un poco a sexo.
    
    Ella indicó al conductor donde podía aparcarse y me tomo por sorpresa. No me di cuenta del tiempo y del lugar. Sin saber me encontraba en la mimas calle donde vivía la ama de casa.
    
    Repuse mis manos y guardé de nuevo el anillo en la otra mano y para mi sorpresa se había humedecido de ella por completo y goteaba. Sin pensar cerré la mano y me baje del taxi por mi lado y estando fuera olí disimuladamente a aquella mujer atrevida y morbosa.
    
    Le fui a pagar al taxista, pero ella se adelantó y camino hasta un portal sin decir nada más.
    
    Yo mira a todos lados de la calle y no vi a nadie. Así que cruce la calle y la alcance en el portal.
    
    Continuará... 
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