Violación en el campo
Fecha: 30/11/2022,
Categorías:
No Consentido
Autor: sweetcherry, Fuente: CuentoRelatos
... que su boca se llenaba de saliva pensando en lo que iba a hacerle a esa rubia. Pronto se separaron de la carretera tomando un camino vecinal y el paisaje cambio, ahora se veía solo campo, animales pastando y la camioneta se bamboleaba al andar por ese terreno irregular. Dos veces tuvo que detenerse el vehículo para abrir dos porteras y finalmente llegaron a un lugar donde lo único que se divisaba era un inmenso galpón y al costado una pequeña cabaña de madera.
Las chicas miraban incrédulas pensando que extraño lugar era ese para un cumpleaños, Karina vio que habían vehículos, algunos autos pero la mayoría camionetas, estacionados a los costados del galpón. De repente se dio cuenta que del interior del galpón surgían una cantidad de hombres, unos diez o quince con aspecto de trabajadores de campo, había un hombre más viejo pero Karina no pudo reconocer al padre de Vanessa ni a Vanessa ni a nadie y empezó a sospechar que algo muy malo estaba por pasar.
La puerta lateral de la Van se abrió y el conductor dijo “Bajen chicas que la fiesta va a empezar" y sin decir más nada se abalanzo sobre Karina, la tomo de un brazo y la hizo descender de la camioneta. La chica aterrorizada no atino a nada, otros hombres sacaran a empujones a sus dos amigas, que también aterrorizadas no pronunciaban palabra alguna, solo temblaban.
El hombre que sujetaba del brazo a Karina se volvió hacia el viejo que se acercó a ellos y le dijo "Como le dije Don Benito, le traigo carne de primera, pero ...
... esta rubia la quiero para mi primero" El viejo miro apreciativamente a la aterrorizada Karina, dijo "Que buena que esta" y le puso su mano por debajo de la falda acariciándole una nalga, la chica quiso reaccionar pero el conductor le apretó mas fuerte el brazo y empezó a llevarla al interior del galpón. A los empujones las chicas fueron obligadas a entrar al galpón. Lo primero que vio Karina era que prácticamente no había nada allí dentro, solo unas cuantas colchonetas tiradas por aquí y allá y un viejo y desvencijado sofá de tres cuerpos sobre un costado. Karina adivino lo que iba a pasar, el terror se apodero de ella y se hizo más patente cuando el hombre que las había llevado allí le empezó a tocar los pechos sobre su blusa, su cara transformada en una expresión de lujuria mientras apretaba con fuerza y pretendía desabotonar la blusa de Karina.
La chica se vio perdida, pero su experiencia con hombres le hizo saber que quizás podría sobrellevar lo que iba a pasarle con menos sufrimiento. Dijo "podemos hacer esto pero..." y deslizo una mano sobre el endurecido bulto del enardecido conductor, que le dijo, mientras la tomaba fuertemente de los hombros haciéndola caer en cuclillas frente a él "si claro que podemos" y se abrió la bragueta dando libertad a su rígido pene. Karina vio una posibilidad, no era que le gustara mucho el sexo oral, más bien cuando lo había hecho lo hizo más bien como una retribución por algo, como cuando el sereno del cole la encontró fumando y para ...