1. La historia que cambió mi vida


    Fecha: 17/06/2018, Categorías: Gays Autor: Martz Santo, Fuente: CuentoRelatos

    ... burlándose me dijo: “te asusta? pero sí ya te la comiste papito y ahora verás como te parto en dos ese culote que tienes y que siempre me gustó, pero tú nunca me diste oportunidad por tu mojigatez”.
    
    “Ahora vas a ser mío y te va a gustar, me vas a pedir más”, sin pensarlo me escupió en el ano y me la metió hasta el fondo de un solo golpe.
    
    Yo sólo pude ahogar un grito de dolor apretando mis labios, no le daría la oportunidad de oír mis lamentos de dolor y cerré los ojos, entonces me dio una bofetada y me ordenó: “no te atrevas a cerrar los ojos de nuevo, quiero que veas cuando te meto la verga en tu culo y que sepas que soy yo el que lo hace y tú no puedes hacer nada para impedirlo”.
    
    Me quedé mirándolo fijamente a los ojos como siempre le había hecho desde que lo conocí, sólo abrí mi boca para decirle “por qué?” me devolvió una mirada de odio y grito: “¡siempre fuiste una piedra en el zapato para mí, con tu amabilidad, tu rectitud, no me dejaste espacio siempre tú eras el mejor y a mí no me dieron la oportunidad, yo quería ser delegado pero estabas tú y a mí nada me dieron, nunca!”.
    
    “¡Siempre tú eras el ejemplo y un obstáculo no sólo para mí, sino para muchos por eso te pusimos esta trampa y caíste y ahora nos las vamos a cobrar todas juntas en tu culo!”.
    
    Todo esto me lo decía mientras me cogía con furia y sin ningún cuidado, me dolieron más sus palabras que lo que me hacía en el culo y empecé a llorar sin poder detenerme, vi en su cara una mueca de ...
    ... satisfacción al ver mis lágrimas pensando tal vez que me humillaba, sólo que él no sabía que era a causa de su falta de humanidad, nunca me inspiró la suficiente confianza para ser su amigo y ahora lo afirmaba con su comportamiento.
    
    Yo sudaba y luchaba por no decirle que lo que me estaba haciendo no me hacía sufrir sino gozar y que le agradecía por su ayuda, pero no quería darle ese gusto, sin embargo mi pene comenzó a responder a sus furiosas embestidas y sin poder evitarlo me excito y me vine copiosamente sobre mi abdomen, eso hizo que él me diera con más ganas Y con toda la furia que sentía me inundó el culo con su semen, avergonzado yo sólo voltee mi cara para no ver su satisfacción dibujada en el rostro, pero me tomó de los pocos cabellos que tengo y mirándome cara a cara pregunto: “Dime que no lo gozaste? Dime que no te gustó? pinche puto de mierda fuiste mío y lo serás cuando yo quiera ya lo verás”.
    
    No pude pronunciar una sola palabra, estaba totalmente avergonzado y humillado, sólo pude llorar de impotencia Y eso fue suficiente para él, le dijo al otro es todo tuyo dale duro...
    
    Aún con lágrimas en los ojos miré al siguiente ofensor y descubrí a un antiguo compañero de trabajo a quien yo había tratado de defender cuando fue despedido pero fue inútil ya que su falta de experiencia lo hizo cometer muchos errores y no pude hacer nada, me miró con burla y relamiéndose los bigotes al mismo tiempo que acariciaba su verga, no tan grande pero sí muy gorda, me la mostró con sumo ...
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