Cosas del azar
Fecha: 09/12/2022,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... mientras Pablo esperaba expectante el resultado.
- ¿Y bien? - preguntaba.
- ¡19 centímetros! - dije asombrada y volviste a sonreírme.
- ¿No te lo dije? - apuntó Pablo desde su posición.
- Bueno ahora tendrás que comprobar también el grosor, pero con ese metro al ser rígido no podrás hacerlo...
- ¿Y entonces cómo lo mido? - pregunté sin soltar tu polla.
- Tendrás que hacerlo comparando cuanto tienes que abrir la boca con uno y con el otro…. - dijiste tú de pronto con sonrisa burlona.
- ¡Jajaja, qué cabrón!, Silvia a mi colega le está molando lo que haces, como lo haces y quiere más…. - dijo Pablo, aunque era difícil entenderlo.
Te levantaste del suelo, te pusiste al lado de tu marido dándome a mí una panorámica de tu coñito y tu culo perfecta para volver a chuparle la polla, aunque esta vez para comprobar el grosor mientras yo, de forma disimulada y a escondidas de él, empecé a acariciar tu clítoris y metí un dedo en tu coñito al cual reaccionaste empinando tu culito aún más hacia arriba.
Pablo disfrutaba de tu mamada con los ojos cerrados ajeno a lo que yo te hacia y en ese momento dijo:
- ¡Si sigues así, voy a correrme, cariño!
- ¡Córrete Pablo demuéstrale quien manda aquí jejeje! - dije eufórico pensando en mi nuevo plan.
Mi idea era que si tu marido se corría yo también tendría derecho a hacerlo sin que él pusiera ninguna objeción. Por eso seguí animándole, para después susurrarte de forma autoritaria pero disimulada, que en tu boca ...
... solo me corría yo.
Pablo avisaba de su cercana corrida y como estaba con los ojos cerrados y muy afectado por el alcohol te la sacaste de la boca para orientarla hacia un lado, apretando tu puño mientras su leche caía al suelo. Cuando Pablo terminó se dejó caer abatido y cansado contra el sofá. Entonces fui yo el que dijo:
- Ahora tienes que medir el grosor de mi polla.
Abriste la boca y tras sonreírme, te la metiste hasta el fondo y la sacaste enseguida.
- Es bastante más gruesa, que suerte la mujer que pueda disfrutarla. - dijiste con ojos de lujuria.
- ¡Oye, pero esto no es lo que habíamos acordado! - exclamé decepcionado, sujetándote del pelo.
- ¿Y qué es lo que quieres David? - dijiste con cara de niña buena jugando a ser niña mala.
Tu pregunta estaba cargada de sensualidad y parecía que deseabas que Pablo se enterase bien de lo que yo quería y lo que me ibas a hacer.
- ¡Ya dije que no quería quedarme con dolor de huevos! - reclamé.
- Bueno, puedes hacerte una paja y terminar... ¿o es que quieres que te la siga chupando y correrte en mi boca? - preguntaste con voz de salida cachonda.
- ¡Chúpasela y déjalo seco mi amor!, así me envidiará por no tener una mujer como tú - exclamó Pablo, totalmente borracho y sin pensar lo que decía
- ¡Cariño! ¿Estás seguro de que quieres que haga eso? - preguntaste a la vez que abrías la boca para meter mi polla dentro.
Comencé a chupártela en ese juego que nos habíamos montado delante de Pablo, pero es que ...