1. Cosas del azar


    Fecha: 09/12/2022, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... unas sandalias de tacón muy fino.
    
    - ¡Guau, nena, porque tenemos invitado, que si no te follaba ahora mismo en el sofá! - me dijo él relamiéndose, pero no sabía que me había puesto así por ti.
    
    - ¡Calla y termina de poner la mesa, que David estará a punto de llegar! - le contesté dándole un manotazo cuando sus dedos se intentaban colar bajo mi vestido.
    
    Yo estaba como un flan, eran las 20:30 me disponía a salir de casa, ya que según la ubicación que me había enviado tu marido, tardaría 20 minutos, unos jeans ajustaditos para resaltar mi culo y mis piernas, una camisa por fuera también ajustadita y mi americana, perfumado con la colonia que más me gusta (Boss In Motion) y más nervioso que el día que perdí la virginidad sin saber por qué, bueno sin saber no, por esa hermosura que me impactó tanto y que capaz de levantar miradas a su paso y otras cosas, te lo aseguro y el hecho de que Pablo me hubiese contado con todo lujo de detalles lo morbosa y caliente que eres, hacía que mi imaginación echase a volar, debo reconocer que antes de ducharme me masturbe imaginando que eras tú quien lo hacía para ver si así relajaba mi tensión sexual.
    
    Bueno, llegué a las 20:50, coche aparcado, bolsa con botella de vino y dulces variados y parado enfrente del portal de tu casa, deseoso de verte de nuevo. Me temblaba todo, toqué el timbre y me respondió tu atrapante voz sensual.
    
    - ¿Sí?
    
    - ¿…. Silvia? Soy David. - dije.
    
    - Si, te abro David. - al oírte de nuevo, sentí como mi polla ...
    ... despertaba.
    
    - Gracias.
    
    Llame al ascensor...... un séptimo. La espera, te juro que se hizo eterna, cuando llegó, abrí la puerta y presione el numero 7, sin saber qué postura adoptar en el ascensor acariciándome el pelo, arreglándome la camisa, parecía un adolescente antes de su primera cita.
    
    ¡Mierda, ahora me abre despeinado! - Pensé en mi interior - me di la vuelta para volver a mirarme en el espejo y dejé la bolsa en el suelo.
    
    Allí estaba yo, arreglándome el pelo, estaba tan concentrado en mi labor que no me di cuenta que el ascensor hacia segundos que había llegado a su destino. De pronto apareciste abriendo la puerta de este y ¡voila!, allí estaba yo, mirándome en el espejo dándome los últimos retoques, mientras tú me mirabas atentamente.
    
    “Soy gilipollas” - pensé - me giré con la cabeza agachada mirando tus piernas y casi tartamudeando te saludé con un simple “buenas noches” mientras tú sonreías, supongo que por lo que habías visto en el ascensor.
    
    - ¡No te preocupes que estás muy guapo! – te dije yo de pronto y luego me puse colorada nada más decírtelo y darme cuenta de mi excesiva confianza contigo, pero no sé por qué me apetecía mucho decírtelo.
    
    Nerviosa, me acerqué a ti, dándote di dos besos, impregnándome de nuevo de tu penetrante olor varonil y de tu potente abrazo. Un poco avergonzada por sentirme tan atraída por ti, mientras me agarrabas por la cintura estrechándola en tus grandes manos... No quería que abandonases ese abrazo, pero por miedo a ...
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