1. Cosas del azar


    Fecha: 09/12/2022, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... estar mojada. - resolviste rápidamente.
    
    - Pero esa camiseta deja poco a la imaginación ¿no crees? - añadió Pablo con cierto mosqueo viendo que era excesivamente corta.
    
    - Solo quería ir cómoda. - dijiste con cara de niña buena, arrugando los morritos.
    
    - Por mí no hay problema, estáis en vuestra casa - comenté intentando apagar el fuego, pues no quería presenciar una discusión entre vosotros.
    
    Seguimos viendo fotos, cuando te acercaste a donde estaba yo y viste la primera foto en la que aparecíamos Pablo y yo en una tienda de campaña, fue en una acampada de verano.
    
    - ¡Anda, esas fotos no las había visto yo! - comentaste para evadir el tema de tu poca ropa.
    
    - No, esas no te las había enseñado, pero mira aprovecha y ojéalas con David, así te podrá contar la historia de cada una mientras yo preparo el café. - comentó Pablo ajeno a todo.
    
    Te sentaste a mi izquierda para decirme en un susurro:
    
    - ¡Que calentita…… me encanta sentir tu leche ahí abajo!
    
    - Espero que la sientas mucho más adentro. - añadí, acariciando tus piernas.
    
    - ¡Estás loco! - me dijiste dándome un codazo.
    
    Entonces puse el mantel por encima de tus piernas y con mi mano empecé a acariciarte el interior de tus muslos y meterme en tus braguitas para alcanzar tu clítoris por encima de tu tanguita negro de encaje. Mis dedos se empaparon con mi semen y te lo esparcí por toda tu rajita. Acto seguido apareció Pablo con el primer café, pero, ante tu sorpresa, yo seguí jugando con mi dedo mojado ...
    ... en su clítoris y en ese momento noté como arqueabas tu espalda y presionabas mi mano con tus muslos. Te estabas corriendo con mis caricias en tu clítoris por encima de tu tanga con tu marido justo enfrente. No sé cómo Pablo no se dio cuenta, pero yo le distraía señalando algunas fotos y tú mientras te tapabas la boca, reteniendo un gemido, hasta que Pablo se levantó de nuevo hacia la cocina cuando me dijiste entre jadeos:
    
    - ¡Que cabrón, me has hecho correrme delante de mi marido, tu amigo...!
    
    - Me ha encantado sentir como contenías tus gemidos, te aviso: esto no es todo…. - añadí totalmente cachondo.
    
    Me quedé mirándote un rato y todavía no me creía lo que estaba haciendo contigo, de hecho, nunca le había puesto los cuernos a Pablo y me resultaba aún más doloroso hacerlo con uno de sus amigos, pero es que me ponías tan cachonda, me tenías tan loca que no era capaz de mostrar un grado de sensatez. Apenas te conocía y estaba enganchada a ti de una forma inaudita, como nunca jamás me había pasado. Saqué mi lengua y dibujé tus labios con ella, totalmente excitada, sabiendo que mi marido estaba a pocos metros, en la cocina, pero ese riesgo le daba todavía un punto morboso a ese deseo.
    
    Unos segundos después Pablo asomó la cabeza te preguntó cómo querías el café. No me pilló “jugando” contigo de milagro.
    
    - Esto es una locura, David. - te dije susurrando.
    
    Tu mano seguía dentro de mis braguitas y notaba como embadurnabas tus dedos con tu propio semen y me lo metías en ...
«12...8910...28»