De cómo isabel vino a mi vida
Fecha: 12/12/2022,
Categorías:
Erotismo y Amor
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... muchísimo menos, que no sé bien quien de los dos estaba más aguerrido, si ella o yo… Y qué diablos “quirís” que pasara más que “eso” “mesmo”, lo que estáis pensando ahora “mesmico”, mis queridísimos/as “salidillos/as. Y no estoy ahora muy seguro si no fue por duplicado o por triplicado… Y, que conste, que la cosa se quedó ahí porque, de pronto, tras duplicar o triplicar el asunto, nos apercibimos que teníamos un hambre de lobo, que si no… Vamos, que lo de “Y aquí murió Sansón con toos los filisteos” juego de niños, vamos
En fin, que por fin nos decidimos a salir de la cama, ducharnos…sí, y tal… Y, finalmente, vestirnos y salir a buscar dónde atemperar la gazuza que nos martirizaba. Fue entonces, más calmados, más sensatos ya también los dos, que enfrentamos el problema de lo de los hijos de ella, decirles lo nuestro… Que sí, que su madre tiene novio y muy, pero que muy formal, como antes se decía… Para compartir la vida mientras Dios nos la mantenga a ambos ¡Y hasta más allá de la muerte!… “Serán ceniza, mas tendrán sentido/ Polvo serán, mas polvo enamorado”(8)
Serían ya bastante pasadas las seis de la tarde cuando llegamos a la casa de mi dulce tormento, afrontando, finalmente, a sus nenes. Fue ella, Isabel, su madre, quien corrió con todo el “gasto”, pues yo apenas abrí la boca salvo con el consabido “Gusto en conoceros” cuando, oficialmente, me presentó a ellos. La locución materna, más concisa tampoco pudo ser, pues nada de andarse por las ramas, sino que directa ...
... al “turrón”, vamos que “en costo y por derecho”, como los buenos toreros, se los estoqueó a los dos. La cosa fue sencilla y muy, muy breve, sin aspavientos, escenas, nada, lo más normal, lo más natural del mundo: Que, efectivamente, éramos novios, ella y yo, y muy, muy formales; que nuestro deseo de franca y conyuga convivencia era más que firme y activa desde la noche precedente
Y entonces salió por los “Cerros de Úbeda” cuando enfrentando a sus hijos les planteó, abiertamente, la posibilidad de que se quedaran ellos solos en casa, pues ella, tras pensárselo bien, quería “independizarse” de ellos para venirse a vivir conmigo en mi casa… Y a nada del Ambulatorio donde cada mañana trabajaba…y no allí, en Las Rozas, a más de una hora de viaje del trabajo
Desde luego, fue una tremenda sorpresa para todos, os chicos y yo mismo, tal salida de pata de banco, pero resultó que los muchachos, chico de caso veinte años ya, choca con diecisiete recién estrenados, la acogieron del mejor grado… Y del mejor modo a mí, como actual compañero de su madre… Y la monda cundo la muchacha, Maribel por María Isabel, echándole los brazos al cuello a su madre le espetó
Una cosa, mami; ¿nos traeréis algún hermanito?
Y la madre rompió a reír a carcajada limpia ante la salida de su hija
¿Te gustaría?-le respondió directamente a la muchacha para, al punto, abarcar con la vista primero a mí, luego a su hijo-¿Os gustaría?
Sus hijos, ante todo la chica, Maribel, pero también su hermano, ...