Lo que no le da el marido se la da su suegro
Fecha: 15/12/2022,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Berni, Fuente: CuentoRelatos
... suficientes para estar enojada.
Después de la cena tampoco había muchas cosas que hacer, sólo contemplar el fuego de la chimenea o ver las continuas noticias que alertaban a no salir de casa ante semejante nevada. Ya era tarde para eso. Ahora estaba a ciento diez kilómetros de Madrid, en un pueblecito en medio de la sierra, totalmente incomunicada y sin internet, con un caso importante que defender al día siguiente y ante la impotencia de no poder hacer nada al respecto. Por otro lado, existía la posibilidad de verlo desde otro prisma e intentar encontrarle a la situación su lado positivo. Podrían aprovechar para intentar recomponer su maltrecha vida sexual, sin embargo, cuando Carol lo intentó, Emilio la rechazó de nuevo y se dio por vencida, dando por perdida aquella batalla.
Emilio se durmió, pero en la cabeza de ella pululaban demasiados problemas para poder conciliar el sueño. Tenía ganas de sexo, pero estaba claro que tendría que hacerlo sola si quería liberar endorfinas y relajarse, de modo que intentó aliviarse con la ayuda de sus dedos. A los pocos minutos, escuchó los sonidos de la batalla que se estaba librando en la planta de arriba. Los crujidos de la cama de sus suegros delataban una frenética actividad y Carol abandonó su paja para ir a beber agua y no tener que escuchar el sonsonete. Desde la cocina se oían los gemidos de su suegra y Carol, movida por el morbo y la calentura subió a la planta superior a hurtadillas como si fuese una vulgar ...
... mirona.
Nunca había hecho nada parecido, ni siquiera en su época estudiantil cuando compartía piso con otras compañeras, pero las circunstancias ahora eran las que eran y su excitación la impulsó a hacer algo que consideraba que no estaba bien.
Conforme se iba acercando, los sonidos iban ganando nitidez y Carol pensó que la cama iba a venirse abajo de un momento a otro. La puerta estaba semiabierta y se asomó para ver la escena. Su suegro estaba encima de su esposa y ésta debajo con las piernas abiertas y en el aire, recibiendo las embestidas del que parecía un toro en celo resoplando una y otra vez mientras Consuelo disfrutaba de los embates.
Carol envidió a su suegra y reconoció que después de tantos años de matrimonio, su vida sexual era activa, y por lo que comprobó, extraordinariamente satisfactoria.
Matías se hizo a un lado para cambiar de posición y se tendió boca arriba para que Consuelo subiera encima, de tal modo que Carol pudo observar la tremenda polla de su suegro en completa erección a la espera de que el coño de su esposa la engullera. Ahora entendía la euforia de su suegra. Con semejante verga, ¿quién no gritaría de gusto? Carol ratificó que en ese sentido, su marido en poco se le parecía a su padre, ya no por el tamaño, sino por lo eficiente y enérgico que era sexualmente.
Mientras contemplaba el voluminoso trasero de Consuelo saltando alegremente sobre aquel puntal, Carol deslizó su mano por dentro del pijama y sus dedos patinaron por los hinchados labios ...