Emocional
Fecha: 26/12/2022,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... vida que llevaba hasta esos días.
En esos días por cierto un convulsivo hecho, del cual desconocía sus insospechadas consecuencias, me llevaban a hundirme en un pervertido mundo de ensueños en el cual, Ana Laura se transformaba en una especie de desgraciada maniaca a la que ya no le importaba meterme los cuernos de manera inescrupulosa y desalmada delante de todo el mundo que comenzaba a reconocerme abiertamente como un pobre cornudo y en el cual, producto del morbo derivado de aquella insoportable humillación, la verga me alcanzaba una dureza nunca antes experimentada y para brindarme de eyaculaciones monstruosas y continuas, las cuales por cierto me había afanado en lograr de forma tan repetitiva y constante hasta conseguir que mi pene nunca estuviera ya en forma para poder hacerle el amor a mi adorada diosa.
Por supuesto que aquello no era algo de lo cual yo no me daba cuenta, sino que era justamente por ellos que lo venía haciendo de manera constante, dado que el hecho de comenzar a dejar a "Mi Donna" con aquel deseo voraz enterrado en la mitad de sus piernas, era el mismísimo objetivo fantasioso por el cual podría yo lograr, en mis pervertidos sueños y deseos más eróticos, que aquella terminara de serme infiel para terminar convertido al fin en un humillado cornudo. Locura?… Pues si! Ya lo sabéis… Es cierto que ha veces los hombre solo pensamos solo con la polla… Eso es aun hecho irrefutable de que ninguno de los que lleve un pene entre las piernas puede ...
... negar.
Así fue las prácticas sexuales con Ana Laura de aquellos días comenzaron a ser infructuosas, incompletas, en fin… Desastrosas. Relaciones en las que ha veces mi pene no se llegaba a poner erecto. Otras en la que las erecciones eran tan débiles que apenas si podía penetrarla a media dado lo flácida que tenía la polla y otras veces, las más decepcionantes para Ana Laura, eran aquellas que a mitad del coito se me bajaba de golpe, quizás producto del agotamiento de las más de 3 pajas que me había hecho en el día. No sé por que hacía aquello, pero lo cierto es que terminó por fastidiar a "Mi Donna" al punto al que comenzó a creer que la estaba engañando con otra, motivo por el cual una tarde, con su cara cruzada por el pánico, me encaró en el sillón de nuestro living para plantearme esas terribles dudas que pesaban dentro de su cabeza, no pudiendo evitar el comenzar a llorar, producto del miedo y del pavor que le causaría el enterarse de que yo estaba siéndole infiel y pudiendo perder todo aquella bendición que nos había regalado la vida.
No pudiendo ver así, esa tarde de lluvia, fue que no dudé en dejarle conocer lo que en realidad estaba yo haciendo con ella, confesándole bastante humillado y avergonzado en que, lejos de engañarla o de serle infiel con otra, su querido novio se había convertido en un pobre pajero.
Aquello por supuesto que la sacó de quicio no entendiendo de porque, su querido amor estaba haciendo aquello y comenzando así un batallón de preguntas a modo de ...