1. Nuestra experiencia con masajes tántricos


    Fecha: 30/12/2022, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: Isabela1505, Fuente: CuentoRelatos

    ... las medias veladas y los calzones.
    
    Empezó a hacerme con sus dedos en mi clítoris delicioso, en menos de nada tuve el primer orgasmo. Apenas me dejó descansar y volvió a lo suyo, yo muy excitada, disfrutando toda la situación, arrecha a más no poder, él tocándome delicioso y mi cuquita respondiendo más húmeda cada vez. Así seguimos un ratito más, él tocándome delicioso hasta que mis piernas empezaban a temblar avisando la llegada de otro más, yo abriéndome para que él pudiera entrar mejor y me hiciera llegar de nuevo hasta que lo logramos, me vine delicioso, otra vez gracias a sus manos. Después de eso, empecé a pedirle su verga, la quería con todas mis ganas, quería chuparla primero y luego clavármela todita entera. No me lo permitió, ni siquiera me dejó que se la tocara por encima del pantalón.
    
    Me sentó en el comedor y me pidió que me acostara y abriera mis piernas, yo sabía qué venía: su lengua. Rehusé un poco, aun pataleando por su verga, pero finalmente hice lo que me pidió y abrí mis piernas para que él tuviera todo el acceso a mi cuquita. Empezó a lamerme las piernas recorriendo el camino hacia mi cuquita y cuando llegaba daba apenas un lengüetazo tímido y seguía derecho. Eso me arrechaba muchísimo. Yo me abría, pidiéndole más. Después empezó en forma, lamiendo mi clítoris suave y después chupando, luego empezó a meterme su lengua y yo sentía que me explotaba, siguió así un rato más hasta que no aguante y me vine de nuevo gracias a las delicias que hace su lengua ...
    ... en mi sexo. Él sabe cómo lamer, cómo chupar y cuándo subir la intensidad para que logre venirme, su lengua es realmente maravillosa.
    
    Después de eso traté de quitarme, mi clítoris quedó muy sensible pero él no me lo permitió, me abrió las piernas de nuevo y empezó a pasar su lengua suavemente otra vez hasta que me familiaricé de nuevo con la sensación y mi cuquita siguió lubricando. Siguió chupando, lamiendo y yo enloquecida gimiendo y retorciéndome de placer, así siguió y logró hacerme venir, dos veces más. Quedé rendida por tanto placer pero seguía queriéndolo a él, su verga que me llena y me estremece, se lo pedí pero se negó, me dijo que no era el momento.
    
    Me bajó de la mesa y me dijo que me vistiera para que saliéramos a comer. Me pidió que no me pusiera las medias y que me cambiara a otros calzones que tenía por estrenar, yo hice caso. Así que salí en mi falda sin medias y con unos cuquitos diminutos.
    
    Subimos al carro, empezamos a hablar de temas varios, en seguida le entró una llamada de trabajo y se concentró en el tema, mientras yo simplemente escuchaba y bobeaba en el celular.
    
    No habíamos andado más de 5 calles, él seguía en su llamada y llevó sus manos a mis piernas, empezó a acariciarlas y las abrió. Encontró mi cuquita, mojada por supuesto, y empezó a juguetear con ella. Masajeándome como me gusta sobre el clítoris haciéndome arrechar muchísimo.
    
    Paramos en un semáforo, él seguía en su conversación pero con sus manos en mi cuerpo y yo retorciéndome ...
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