Mi experiencia en el sector del telemarketing
Fecha: 31/12/2022,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Al final me pasó como a tantos otros de mi generación. Estudié una carrera, realicé un master, cursos de todo….pero al final lo de encontrar trabajo fue una locura.
En un par de años estuve en varias empresas, hasta que terminé en el sector del telemarketing. Es un sector duro, con mucha movilidad, sueldos y condiciones de mierda…..pero necesitaba trabajar ya que había empezado a vivir con mi pareja y los gastos se acumulaban.
Afortunadamente tras varias experiencias desastrosas terminé en una empresa que, lejos de la venta del telemarketing, se dedicaba a prestar atención telefónica a usuarios de un servicio público, de una administración.
Las condiciones eran buenas y el trabajo no era excesivamente duro. Y encima tuve bastante suerte, ascendiendo rápido a jefe de equipo. De esta forma tenía bajo mi cargo un equipo de unas 10 personas y me dedicaba fundamentalmente a motivarlos, controlar su desempeño, realizar escuchas, organizar horarios, decidir si se renovaban contratos y cosas así. Era jodido a veces, pero me sentía muy cómodo, la verdad. Y encima el sitio de trabajo, en Sevilla capital, estaba a poca distancia de mi casa.
En como suele ser habitual en ese sector, la mayoría eran chicas y mujeres. Más de una vez me encontré mirando un culo o un par de tetas, pero no pasaba de allí. La verdad es que estaba bien con mi pareja y no quería jaleos.
Pero el tiempo pasaba y había situaciones que no pude dejar escapar.
Con Mónica fue la primera.
Mónica ...
... había entrado hacía cuatro meses en la empresa. Era una chica de treinta y pocos. Pecosa, tirando para pelirroja, piel blanca, ojos claros, algunos kilos de más. Una vez me había contado que su familia materna era de origen danes. Se le notaba. Estaba casada con un crio de algunos años.
Cuando le faltaba poco para terminar el contrato empezó a hablar más conmigo. Cualquier situación parecía buena para charlar. Yo sabía que lo que le pasaba es que sabía que su renovación o no dependería de mi informe. Y aquella situación me gustaba. La verdad. Quizás fuera una situación injusta, o no, pero me gustaba.
Sabía que esos cafés en los que ella aparecía, esas sonrisas o esas conversaciones tenían para ella un objetivo, pero me daba igual.
Cuando le faltaba una semana más o menos para la terminación del contrato le hice una jugada. Teníamos el encargo del cliente de mantener las lineas abiertas durante un par de horas más de lo normal un viernes noche, ya que había surgido un problema en otra plataforma. Mi equipo debía ser el encargado, pero dado el horario que sería sólo serían necesarias un par de personas. Vi la ocasión y no la perdí.
Le dije a Mónica que había que mantener el servicio abierto y que yo me quedaría para cubrir ese hueco y que me gustaría que, aunque no estaba obligada a ello, se quedara ella también. Me comentó que lo tenía que hablar con su marido y tal y que me diría lo que fuera al otro día. Yo sabía que, dadas las circunstancias, iba a decir que ...