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Mi experiencia en el sector del telemarketing
Fecha: 31/12/2022, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... copa, en medio de la charla sobre gilipolleces, le saqué el tema de la renovación. Le comenté que me gustaría que siguiera con nosotros, pero que no me lo estaban poniendo fácil. Que la idea de la empresa era ir rotando gente, pero que yo estaba luchando porque la renovaran. Ella me dijo que estaba muy contenta en el trabajo, que lo necesitaba y que, por favor, yo hiciera lo posible por conseguirlo. Le dije que no dudara de mi interés en que siguiera. Esa caía esa noche. Fui al baño y pagué la cuenta. Cuando volví a la mesa le dije que ya estaba todo pagado y no acepté sus protestas ni su dinero. Le solté, de forma inocente pero con toda la maldad, que ya que estaba sola en casa, invitara a una última copa en su casa a cambio de mi invitación. Sus ojos lo decían todo. El no saber que hacer ante aquella propuesta. Pero aceptó. Me dio su dirección y nos fuimos, de nuevo, cada uno en su coche. Me costó aparcar cerca. Pero al final lo hice. Ella ya me había avisado de que había llegado, ya que tenía parking. Mentiría si dijera que iba tranquilo, iba con el corazón a mil, medio empalmado y loco por follarme aquel cuerpo. Vivía en un bloque de pisos modernos. Un pequeño jardin con una valla que daba acceso a un pequeño pasillo. Allí llamé al número que ella me indicó. La puerta se abrió y me encaminé al ascensor. Vivía en el segundo. Subí y me esperaba en la puerta. Me dijo que no hiciera mucho ruido que no quería jaleo con los vecinos. Nos encaminamos ...
... dentro, mi mirada clavada en aquel culo. Era un piso bastante cómodo. El salón tenía un chaisselong de color gris, una pantalla gigantesca, una mesita y juguetes del niño tirados allá y acá. -Perdona el desorden, pero ya sabes que… -Jjajaj, no te preocupes. Sé lo que significa tener hijos y tener nuestro horario. -Ya ves. Qué quieres tomar? -Si tienes ginebra…. -Si, claro. Te preparo algo y vengo. Se fue para la cocina y me dejó allí sentado. Mis ideas eran claras. Cuántas veces habría follado Mónica en aquel sofá con su marido? Cuántos gemidos habría soltado allí? La situación me tenía a mil. Al poco volvió con las dos copas y de nuevo empezó la charla intrascendente. Pero yo no pensaba dejar escapar la ocasión y cuando llevaba la copa a medias me lancé al cuello. No sabía si me llevaría un ostión o no, pero me lancé. La respuesta de ella fue dejar de mi boca y mi lengua recorrieran su cuello mientras mis manos apartaban su pelo. Sentía como su respiración se disparaba. Y aún lo hizo más cuando mi mano fue a sus tetas. Unas tetas grandes pero firmes. Joder. Notaba sus pezones duros. Esa tía estaba caliente a mil, algo que pude volver a comprobar cuando mi mano entró en sus vaqueros y se topó con un coñito depiladito y húmedo a tope. La miré a la cara y solo le dije una cosa: “voy a reventarte a pollazos”. Me aparté de ella un poco y me bajé los pantalones. Mi polla lucía erecta y no hizo falta decir nada para que Mónica se fuera directa a ella. ...