Mi experiencia en el sector del telemarketing
Fecha: 31/12/2022,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... si
Y sí fue.
La respuesta al otro día fue un sí, tal como me imaginaba. No sé si fue queriendo o sin querer, pero me soltó que su marido se iría con el hijo a casas de sus abuelos ya que saldría tarde del trabajo un viernes y, la verdad, eso me envalentonó. Fue decirme eso y ya me la veía a cuatro patas recibiendo mi leche. No sé si fue, ya digo, un comentario inocente o no, pero en mi jugó un papel determinante ante aquella situación.
Ese viernes le había dicho a mi mujer que volvería tarde porque tendría trabajo hasta las tantas. Ella no mostró sorpresa ya que mis horarios más de una vez conllevaban eso.
Llegué al trabajo y solo miraba la puerta para ver cuando entrara Mónica. Entró un par de minutos antes de empezar su turno. Unas zapatillas de deporte NB de color rosa, unos vaqueros y una camiseta sin mangas blanca.
Una sonrisa al pasar a mi lado y a empezar la jornada.
Fueron pasando las horas hasta que nos quedamos solos.
Y entonces ataqué. Viendo que el trabajo era apenas ninguno y tal, me acerqué a ella. Ella estaba con el móvil, sin trabajar tampoco, porque como digo a aquellas horas las llamadas eran casi inexistentes.
-Qué tal? Hablando con el marido?
-Si, si. Me decía que mi hijo estaba ya acostado.
-Es que estas horas….
-Ya te digo.
-En mi casa, igual seguro, todos acostados. Pero yo ya con el jaleo del trabajo….deseando que termine la jornada pero ya verás para coger el sueño. Pensando en tomarme una copa que estoy.
- ...
... jajajaj, que te gusta un bar.
-Estas horas es lo que tiene! Oye, podías apuntarte a la copa. Una y verás como duermes más relajada. Además, si no te espera nadie en casa…..
Vi la duda reflejada en aquellos ojos, pero la respuesta fue la que esperaba. Que vale.
Me volví a mi sitio medio morcillón ya.
Cuando llegó el final de la jornada laboral bajamos juntos al parking hablando de chorradas. Nos despedimos del guardia de seguridad y nos dirijimos a los coches.
-Bueno, ¿dónde vamos a ir a por esa copa? - le dije inocentemente.
-Donde tú quieras.
Yo sabía que ella vivía en Alcalá de Guadaira, a las afueras de Sevilla, así que le dije un sitio de Sevilla Este que no le caería mal de camino a casa. Ella conocía el sitio. Obviamente me decisión no había sido casual. Había elegido un sitio tranquilo, donde tomarnos no una, sino varias copas, sin peligro de ser reconocidos.
Cada uno nos fuimos para allá en su coche. El que llegara primero debía avisar por whatsapp.
Lo hice yo el primero. Pero ella no tardó mucho. Nos sentamos en la terraza del sitio y pedimos un par de copas. Ella ron. Yo ginebra.
Era un sitio bastante concurrido, pero por una gente joven que era difícil que nos conociera.
La conversación fue sobre chorradas. En el fondo yo creo que ambos sabíamos que iba a pasar aquella noche, pero ya sabéis que pasa en estas ocasiones. Charla intrascendente.
Habíamos dicho una copa, pero a esa primera le siguió una segunda.
Durante esa segunda ...