1. Médicos sin Frontera


    Fecha: 01/01/2023, Categorías: Lesbianas Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... cuando la tocaba casi la hacía llorar – Zule, sigue mi amor, sigue que me corro, no me dejes así, pídeme lo que quieras pero no me dejes así, aahhhyy… mi amor me voy cariño, me voy…siii…te amo…siii cariño así… - se corrió regalándome los jugos que tanto había deseado, me costaba separarme de esa cosita deliciosa - Ven bésame – Me pidió, subí hasta sus labios y le hice probar ese sabor maravilloso que quedó impregnado en mis labios.
    
    - Oli, mi amor, si esto es lo que querías, esto es lo que te voy a dar cada vez que quieras. - le dije
    
    - No Zule, esto es una parte de lo que quería, este amor tiene que ser entre las dos, tú también tienes que sentir lo mismo, yo no sé hacerlo como tú, pero me vas a ayudar, dime cuando lo hago mal
    
    Abandonó mi boca para dedicarse a mis senos, me los mamaba con un entusiasmo que con solo eso casi me hacía correr.
    
    - Olivia, por qué no vas haya abajo, porque yo no aguanto más – me sonrió con alegría y allá fue. Fabricó su propio camino como los caracoles dejando su propia baba. Al llegar al clítoris lo usó como una tercera teta, lo agarró entre sus labios y empezó a sorber, tuve que avisarle – vida, si me haces eso me voy a correr enseguida
    
    - Pero yo quiero que te corras, quiero darte tanto como me diste a mí.
    
    - Sí mi amor, pero el coño también sigue más abajo.
    
    - Tienes razón, es que es tan rico que me quedaría a vivir – de ahí en más buscó todos mis rincones
    
    - Así mi amor, así lo estás haciendo bien, sigue cariño, vas a ver ...
    ... todo lo que te doy – le puse las manos en el costado de la cara y la fui guiando, no sé si lo hizo bien o mal, sé que solo saber que era ella, hizo que mi cuerpo se atomizara en un orgasmo que me dejó examine. Sentí cómo juntaba toda mi corrida como había hecho yo con la suya. Quizá volvió siguiendo las babas que había dejado a la ida hasta llegar a mi lado, yo estaba con los ojos cerrados, los abrí y estaba sonriendo mirándome
    
    - ¿Qué pasó, lo hice bien o tienes que darme un curso de como se hace? – la besé con pasión
    
    - Lo hiciste muy bien, pero esto me volvió a dar sed y tú me puedes volver a dar de beber
    
    - Dime cómo, que sabes que te voy a dar lo que me pidas.
    
    - Ven, ponte arriba mío que yo me encargo – hice que se pusiera sobre mi cabeza, bien abierta de piernas, su coñito a la altura de mi boca era una tentación. Nos mirábamos a los ojos y sentía una ternura que me desarmaba. Me tenía de la nuca y me acariciaba la cara con la otra mano mientras se hamacaba suavemente, pasando toda su vagina sobre mi lengua. Sus caricias nerviosas me avisaron que su orgasmo era inminente. La sujeté de las nalgas para poder penetrarla con la lengua y poder beberme toda su corrida. Abrió los ojos desesperada, me frotó el cabello en un reflejo histérico y se corrió de la forma más maravillosa.
    
    Quedó apoyada contra el cabecero mirando cómo iba pasándole la lengua a todo el largo de la raja, era tan suavecita y todavía podía encontrar algo de sus juguitos.
    
    - Mi amor, ¿de verdad ...