Médicos sin Frontera - Relatos Eróticos

Médicos sin Frontera

... y sí. Quiero que formemos una familia las dos juntas, la mejor familia – escuché eso y no aguante más, me dio una emoción como nunca sentí. Comprendí que ella era mi futuro, la dueña de todas mis ilusiones, mis esperanzas, mi vida, los besos no me alcanzaban para demostrarle lo que era para mí.

Me subí arriba y ella me abrazó con las manos y las piernas. Nuestros cuerpos quedaron unidos, los labios competían, a ver cuáles se unían más, los de arriba o los de abajo. Era una coreografía inventada por nuestros cuerpos, no pensábamos lo que hacíamos. El amor y el deseo nos guiaba. Yo me crucé un poco para que nuestras vulvas se encontraran mejor, los espasmos me hacían apretarme más a empujones contra su coño. Ella no estaba quieta, a la mano con que me tenía agarrada de la nalga se le escapó un dedo y fue a parar dentro de mi culo

- Oli, ¿qué haces?

- Estoy viendo si tienes pólipos.

- Ya me revisé y no tengo,

- Una segunda opinión no te viene mal – qué le iba a decir, otra opinión no venía mal, y la verdad que se sentía bastante bien, y yo le estaba rellenando el conejito con dos deditos que ni que los hubieran hecho para meter ahí – Zule si sigues moviendo los dedos así, vas a hacer que me corra

- Y tú si sigues buscando pólipos vas a hacer que me corra yo – creo que no dábamos para más, empezó a empujar, nuestros clítoris se frotaban con entusiasmo los dedos trabajaron a destajo, y unos plaf, plaf anunciaron unos orgasmos que nos dejaron desarmadas una sobre la otra. Al rato

- Olivia, ¿piensas dejar ese dedo dentro de mi culo?

- Por qué, ¿te molesta, quieres que lo saque?

- ¡Bah…como quieras! pero ya te aviso y que te quede claro, nuestro primer bebe lo voy a tener yo que soy la mayor ¿estamos? Si sale mujer le ponemos tu nombre. Después tú ten los que quieras.

- Si mi amor, lo que tú quieras. Uhm…sabes una cosa, te amo.