Del paro a la esclavitud - Relatos Eróticos

Del paro a la esclavitud

... hala a parir niños…en fin…para esto tenemos un departamento de personal…venga a trabajar…

La jefa me presentó a lo que llamba “ su equipo”, no sabría como definirlo, eran cuatro personas a cual mas rara, o quizá a los que ella habia modelado a su gusto, por su edad todos rondarína los 50 o mas…Maria, la encargada de marketing, parecía haberse quedado en los anuncios por palabras de los periódicos, Juan y Luís los encargados de las relaciones internas, eran los que debían coordinar la política de ventas con los agentes y las delegaciones de la empresa, y Miguel el encargado de logística…aquella oficina parecía un curso de informática para jubilados.

Independientemente de esos factores, los primeros días transcurrieron sin mucho problema, trabajabamos duro desde las siete, con un pequeño parón para comer hasta bien entrada la tarde, me acostumbré a los gritos de mi jefa…cada vez que necesitaba algo de uno de nosoitros su voz chillona desde su despacho…

-“Loliiii!!!”: “Migueeeel!!!”

Un día, Claudia me llamó a su despacho.

-Loli, hoy vamos a tener trabajo duro…tenemos que prparar una especificación para nuestro agente en Australia, además debemos tener una videoconferencia con ellos para discutir varias cosas, con lo que nos toca trabajo nocturno…problemas?

-No, Claudia, no tengo compromisos.

-Vale mejor,preguntaba de forma retórica, si los tuvieras ya buscarías la forma de solucionarlos. Venga, pues organiza, pide algo de merendar y vamos a ...

... trabajar.

-Me pasé horas transcribiendo ofertas, perparando presentaciones de power point para enseñarselas a nuestro cliente, sorprendentemente acabamos relativamante temprano, y pudimos cenar con tranqulilidad antes de nuestra video conferencia.

Cuando acabamos sobre las cuatro de la mañana, Claudia estaba eufórica, la verdad es que todo había salido genial la venta estaba casi cerrada, elogió mi trabajo, la preparación de las presentaciones, mi nivel de inglés…en fin…me quedé contentísima

Bajamos juntas al aparcamiento, y al despedirnos me sorprendió dándome un abrzao y un par de besos.

-Genial Loli!!, hoy te has portado…venga a dormir, mañana vente si quieres un poquito mas tarde vale? Sobre las ocho te parece?

Subí a mi coche destrozada de cansancio, me dormiría allí mismo, la generosidad de Claudia me habia dejado de piedra, una horita de descanso, en mi móvil los mensajes se agolpaban no había podido ni mirarlo en todo el día…ojeé la pantalla: mamá, Luis, Luis, Luis….Luis!! oh dios pobre Luis, desde hace tiempo intentamos enderezar nuestra relación y vaya día eligió para mensajearme. Con un escueto “salgo del trabajo ahora hablamos mañana” cerré el móvil y me fui a mi casa.

La mañana siguiente a pesar de tener mi plus de descanso, madrugué como cualquier día, puntualmente entré en la oficina y alli estaba ella, vaya es que no descansa?, saludé y volví a mi oficina a terminar trabajos y a realizar mi rutina…

A la hora de comer, Claudia y yo soliamos comer en la ...