El presumir perjudicó al conquistador y a la conquistada
Fecha: 05/01/2023,
Categorías:
Infidelidad
Autor: suruminga, Fuente: CuentoRelatos
... casa.
Al rato de haber llegado, sentados frente al televisor, sonó su teléfono. Cuando vio quien llamaba, e hizo ademán de retirarse para atender, yo me levanté diciendo que iba al baño. Por supuesto que fui, hice el ruido de cerrar la puerta y regresé para escuchar.
-Hola
-?
-Sos un hijo de puta. Cómo vas a hablar así delante de él.
-?
-En este momento estoy con el estómago vacío, vomité todo en la confitería. No sé cómo voy a estar esta tarde. Llamame después de las cuatro y ahí vemos.
Silvia no quiso almorzar. Yo comí lo que el estómago pudo aguantar pues la bronca y el asco prácticamente me lo habían cerrado. Me quedé frente al aparato sin prestar atención a lo que mostraba tratando de cerrar los detalles de la venganza. Sobre todo haciendo un esfuerzo importante para que el odio no cegara mi razonamiento. En este momento lo primordial era dificultar todo encuentro, para que el ansia por llegar al fin de semana tan deseado les hiciera disminuir las precauciones y quedaran inermes.
A la hora habitual de salida hacia el trabajo seguí mi rutina, dejando intencionalmente las llaves del negocio en la mesa de la entrada, y tomando el auto lo estacioné media cuadra más allá, disimulado entre otros. La espera fue corta, nada más que media hora. Vi a Alberto llegar a pie. Se ve que lo estaban esperando pues apenas enfrentó la puerta, esta se abrió. Les di algo de tiempo para que la acción los aislara del entorno y regresé. Al abrir la puerta pude escuchar ...
... al fondo.
-¡Ay, cómo me la metiste.
No sé qué hice, pero superé la tentación de avanzar sin hacer ruido y matarlos a los dos con mis propias manos, algo perfectamente factible dadas la diferencias físicas. En lugar de eso llamé.
-¡Querida!
El silencio por más que fue corto resultó elocuente. La sorpresa fue total. Iba cumpliendo bien el proceso de venganza. Cuando el enemigo tiene el ánimo por el suelo vencerlo físcamente es sencillo.
-Ya voy, estoy en el lavadero.”
Al llegar a mi lado con el pelo revuelto, la blusa una parte dentro de la falda y otra fuera, le dije.
-¡Qué te pasa!, estás desarreglada y con cara de haber visto un muerto.
-Estaba acomodando las cosas que están bajo la pileta y además sigo algo descompuesta. Qué pasó para que regresaras.
-Me olvidé las llaves del negocio. Parece que tu desarreglo es contagioso, voy al baño.
Al estar atento pude oír los pasos y la apertura y cierre de la puerta de calle. Volviendo al comedor para tomar un té, puse una excusa y no fui a trabajar.
El día siguiente, viernes, a las once era la reunión deportiva de los cuatro habituales. Ya sentados tomando algo para hidratarnos saqué el tema de la reunión frustrada de ayer.
-Y, qué pasó a la tarde, pudiste darte el gusto?
-No, y encima casi nos sorprenden.
-Tené cuidado, no sea que se te arruine todo y encima ella pierda al marido.
-Mirá, te voy a ser sincero, creo que al marido le conviene perderla. Es una puta si remedio. Increíble lo ...