El sabor de la doble malta
Fecha: 08/01/2023,
Categorías:
Intercambios
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... haciendo… -pude responder cuando me lo permitía los movimientos de Anna sobre mi cara
- Piensa que soy Carla… que Carla te está tocando… como lo estaba haciendo esta noche…
- Anna, me estas poniendo demasiado… así no voy a aguantar…
- Lame el coño de Carla, te gusta…? Esta bueno… -insistía Anna una y otra vez
Anna se retorcía, yo moría del gusto de notar el calor de ella en la boca mientras sus manos no cesaban de manosearme. Repetía una y otra vez que deseaba que me imaginase el coño de nuestra amiga... una mano de Anna dejó de tocarme, cuando al cabo de 5 segundos se escucha un pequeño sonido de cámara…
- Cielo, me encanta comerte la polla… quiero grabarme comiéndote la polla… -dijo Anna entre entradas y salidas de mi capullo
- Nena, me estas dejando sin sentidos -balbuceé
- Quiero que mis amigos vean como me como tu polla cielo
- Hazlo, chúpala, no pares… -contesté entre gemidos
Yo seguía sin ver nada, tenia el sentido anulado. Pero no era necesario. Seguía comiéndome su coño que tan bien sabe, seguía el consolador entrando y saliendo a mi voluntad, cuando comienzo a sentir entre gemidos y suspiros, el cuerpo estremecer de mi novia… no pude con aquello… exploté llenando su boca. Ella estrujaba su coño en mi cara, casi dejándome sin respiración, con pequeños sobresaltos y con sus piernas apretando mi cabeza.
Era tarde cuando me quise dar cuenta que nos habíamos quedado dormidos. Menuda forma de acabar la noche. Ella estaba en mitad de la ...
... cama, en la misma posición tal acabó nuestro acto sexual. Desnudo y exhausto, picándome la curiosidad, me dispuse a ver el video que había hecho mi novia. Menuda cara de zorra pone cuando me la come, me encanta, le encanta hacerlo. Parecía que posaba, enserio, menudo video. Me eché a dormir, con un nudo en el estomago sin saber que pensar de las palabras de Anna esa misma noche…
Acabó el verano, entre fiestas, borracheras, fiestas de barrio… Iba todo muy bien entre mi novia y yo, y por supuesto, seguía manteniendo la misma relación con nuestra amiga Carla.
Durante los siguientes 3 meses, nuestras quedadas de birras, seguían el mismo guión de siempre. Cotilleos, chismes y muchas risas. Lo pasábamos francamente bien, cada día estaba mas orgulloso de tener personas con quien confiar de esta manera y que a la vez me atrajese.
A mitad de diciembre del pasado año, volvimos a quedar. Esta vez comenzamos bastante antes de lo que normalmente lo hacíamos. La hora del café se transformó, aquel día, en la hora de la birra.
Me envió un mensaje localizándome en un nuevo bar, me dijo que había sofás y que así no pareceríamos los borrachos que pasan las horas en el mismo bar. Accedí sin dilación.
El bar no era gran cosa, la única peculiaridad era que había menos luz, y la mayoría de puestos eran sofás con una pequeña mesa para colocar las copas. Nos sentamos al fondo de todo el local, yo seguía a mi amiga que había elegido el sofá con menos luz de toda la sala.
- No veo un ...