1. Mario (19 de 22): El abuelo y mamá


    Fecha: 08/01/2023, Categorías: Gays Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos

    ... semana para reunirnos, después veríamos que no teníamos tanto tiempo.
    
    Quería volver pronto a casa, más que nada para vigilar que mi abuelo llegaba bien, dentro de que su enfermedad parecía estancada, tenía días mejores que otros. Se había perdido dos veces y una tuve que recurrir a la policía para localizarle. En estas ocasiones Aldo se desquiciaba al no saber encontrarle.
    
    Cuando llegue a casa ya se encontraba allí, sentado ante la televisión apagada, la habitación de mamá con la luz encendida y él mirando el marco de la puerta, como si fuera una pantalla y allí hubiera algo que solo él viera.
    
    Sin hablar preparé la cena y volví a la sala a buscarle, se había marchado a su habitación y estaba tendido sobre la cama vestido.
    
    -He preparado la cena, vamos abu. -no se movió de su lugar y me acerqué pensando que algo le había pasado.
    
    -No quiero comer nada. -se sentó y empezó a desnudarse, tenía dificultad para desabotonar la camisa.
    
    -Deja abu, ya te hago yo. -le quité la camisa, el pantalón y el resto de la ropa, luego le tapé para dejarle solo.
    
    -Buenas noches abu. -cené solo, o intenté cenar, ya que recogí la comida y la guardé en la nevera para el día siguiente.
    
    Marchaba ya a mi habitación cuando le escuché quejarse.
    
    -¡Maldita sea! -abrí su habitación y estaba de pie delante de la ventana corriendo las cortinas, la luz de la calle iluminó tenuemente la habitación.
    
    -Necesito algo de luz. Ayúdame.
    
    -¿Qué buscas abu?
    
    -Quiero ir al aseo, tengo ...
    ... que mear. -parecía hablar entre sueños. -le sujeté de la cintura y le encaminé al baño, estaba tremendamente delgado pero muy duro y sus tendones se le marcaban en todo el cuerpo.
    
    Le situé delante del inodoro pero él no hacía nada, le bajé el calzoncillo hasta las rodillas y seguía sin moverse, le miré su larga y negra polla, no me asombró su tamaño porque se la había visto muchas veces, pero ahora me disponía a sujetarla en mi mano y dirigirla a la taza del inodoro para que meara.
    
    Agarré con precaución aquella manguera blanda y negra, el glande se veía muy gordo y estaba cubierto por la piel del prepucio, sus gordos testículos le colgaban exageradamente y rozaban con mi mano que le sujetaba la polla, los vellos eran largos, lisos, y muchos de ellos eran blancos, la dirigí y pude sentir la orina que corría por su conducto hasta aparecer por la punta cayendo en el agua, el enorme chorro de orina que tiraba hacía un sonido burbujeante al chocar, cuando le cogí la pija la tenía fría y ahora el calor de la orina la calentaba.
    
    Tiraba un largo chorro de abundante orín color amarillo oro y demasiado oloroso por la bebida que había ingerido, estaba terminando y el chorro diminuía hasta salirle las últimas gotas, me di cuenta de que su manguera empezaba a hincharse, a ponerse dura en mi mano, con un pedazo de papel higiénico le limpie la punta y subí sus calzoncillos.
    
    -Ya está abu, ahora a la camita a dormir. -sin responderme, y sin mi ayuda, emprendió el regreso él solo ...
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