Cogida en una camioneta de carniceros
Fecha: 20/01/2023,
Categorías:
Anal
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Diego me había convencido de llevar a cabo una rarísima fantasía, otra de tantas que hemos llevado a la realidad durante nuestra extensa, apasionante y alocada vida sexual. Al principio me negué a su extraña proposición; no me agradaba el lugar, me daba miedo y no me parecía excitante en lo absoluto.
Pero a él si. Decía que enloquecería de morbo, que deseaba cogerme en ese lugar, con otro amigo, asegurándome que disfrutaría al máximo.
Yo no tenía dudas de que iba a disfrutar de buen sexo con mi primo, además ya habíamos experimentado tríos. Tenía miedo por la sencilla razón de que Diego siempre me sorprendía con algún detalle que no estaba en el plan inicial y eso siempre me hacía molestar.
Claro está, una vez estuviéramos en la escena del pecado difícilmente me negaría, soy una sexo-adicta sin remedio y a pesar de que algunas cosas puedan molestarme al final termino satisfecha, agotada de tanto placer, quiera o no.
Su nueva y rara fantasía era cogerme en una camioneta frigorífica, supongo que así se llaman, no tengo la más mínima idea, no soy carnicera (risas).
¿Podéis imaginar mi cara de "What the fuck?" cuando Diego me dijo: "Te quiero coger en una camioneta de carniceros"?
Nos pasamos varios días discutiendo sobre eso. Cómo era posible que escogiera un sitio tan horrible para tirar (follar). Tantos lugares morbosos para llevar a cabo nuestras perversiones y eligió el último que me pasaría por la mente. Él insistía en que era lo menos que yo ...
... recordaría, que me la pasaría bien, gritaría como una perra, me correría cien veces, que en lo único en que pensaría sería en que me cogieran bien cogida y en desear semen en todas las partes de mi cuerpo.
Llegó el día. Un martes lluvioso, el cielo estuvo nublado la gran parte de este y hubo lloviznas dispersas durante toda la mañana y tarde.
Me pasó buscando por el apartamento y al ver que no iba vestida como él quería puso cara de molesto.
—Coño tú si eres aburrida, vale —me recriminó apenas me subí.
—¿Qué te pasa? —respondí, incomodada por su actitud
—No vienes vestida como te dije
—Ah, no! ¿Y tú que quieres, que todos me vean así toda puta y tal?
Diego quería que yo bajara de mi piso luciendo un mini vestido y unos tacones altísimos, sabiendo que tenia que tomar el ascensor donde el conserje de turno me vería de inmediato por las cámaras y me esperaría en cabina, entusiasmado para terminar de tragarme con su vista de sádico y no solo él, cualquier persona que estuviera en los alrededores.
—Esa era la idea, coño, que te morboseen, que te deseen, que se maten a pajas viéndote, me encanta que te deseen, se me pone durísima la verga.
Le di una cachetada y se empezó a reír.
—Una cosa es que yo sea tu puta en la cama y otra muy diferente es que lo sepa todo el condominio.
—Bueno ya, ok, cámbiate, quiero que cuando lleguemos ya estés vestida bien putica, quiero verle la cara a Gabriel y a Alejandro cuando te vean.
—¿Gabriel y Alejandro? ¿Ah? —pregunté ...