Móviles -5
Fecha: 19/06/2018,
Categorías:
Erotismo y Amor
Autor: perrofiel, Fuente: CuentoRelatos
... así, ¿no crees? - afirmo casi inaudible a pesar del silencio -. Estas sorpresas me están gustando. Y estoy segura que también a ti. Tienes que mostrarte sumisa y complaciente, aunque eso ya lo sabes. Ya ves que poco a poco se está redirigiendo tu vida. Te estás convirtiendo en lo que eres en realidad. En tu propio círculo laboral, en el que pronto todos van a saber de ti y de tu condición de putilla al uso, sin posibilidad de defensa ni de negación. Sentirás la sublime humillación que tanto deseabas, incluso en cosas y situaciones que vienen solas y que no pienso impedir que pasen. Son parte de tu entrega y de mi dominio, de tu pérdida de ser decente. Te excitaras y sentirás humillado solo con pensar que no sabes lo que te espera cada nuevo día.
- Si Señora - asiento excitado, sometido a Su voz, a cada una de Sus palabras, a Su poder, a Usted.
- Te voy a anticipar algo flor. Iba a ser una sorpresa, pero te lo anticipo. ¿Te sientes seguro cuando llegas a casa?
- Señora, si, aun cuando estoy observado en todo momento, cuando cierro la puerta pienso que estoy seguro.
- Bien. Hazte a la idea de que tu vida domiciliaria también puede cambiar. Sé que te gusta. Pero a mí también. Esa tranquilidad también puede cambiar y lo hará. Vas a estar en todo momento haciendo cambios en tu rutina como ser decente. Vas a ser del dominio público, vas a aflorar como lo insignificante que eres en todos los aspectos. La humillación va a vivir constantemente contigo. Muy pocas personas ...
... son las que no sabrán de tu forma de vida, de que eres mi sumiso. Pero eso ya lo hablaremos. De momento, ve haciéndote a la idea - unos segundos de silencio -. Y disfruta de tu día.
En ese mismo instante entran dos hombres. Sus voces les delatan.
- Vamos a ver esa sorpresa.
- Si, ya me dirás qué sorpresa puede haber en un lavabo.
Se abre la puerta del reservado donde estoy, accionan la luz y allí aparezco, ante ellos, atado, inmovilizado, con los ojos vendados.
- No busques más, aquí está la sorpresa - tampoco hay mucho sitio más donde buscar, aunque la puerta del otro reservado se cierra.
- ¿Qué haces aquí?
Menuda pregunta. No respondo, la vergüenza hace que toda respuesta lógica no aparezca, que las palabras queden mudas en la garganta.
- Supongo que tal como estás podemos divertirnos un rato contigo.
- Solo hay una forma de saberlo - dice el otro ante la ausencia de respuesta -. Es una pena que así atado no podamos follarle.
- Jajaja. ¿Tienes ganas de follar?, porque se me ocurre otra forma que puedes hacerlo - mientras habla oigo la cremallera que adivino del pantalón y lo que imagino ropa y deslizándose por las piernas. No sé qué van a hacer exactamente, sospecho que llenarme la boca de polla.
- ¡Serás cabrón! ¡Cómo te gusta provocar! Pero tu culo ya lo he probado. Me apetece otro.
- Y a mí, pero yo diría que este no vamos a poder probarlo hoy.
- ¿Quién dice eso?
- Si está así es porque alguien lo quiere así. Mejor no moverlo. ...