Mi novia Luci, de santa a puta (II)
Fecha: 09/02/2023,
Categorías:
Infidelidad
Autor: KeyargaSama, Fuente: CuentoRelatos
... pobre de tu marido, que te dio la confianza, pero está bien, disfruta esa vergota, que bien que te la mereces…
Luciana: Te dejo, voy a seguir cabalgando jejeje, bye.
Me masturbé como no lo había hecho en mucho tiempo, desde la universidad, cuando Mariana me sorprendía de repente con algún mensaje para contarme sus puterias. Sentía que la verga me iba explotar. Quería acabar lo antes posible y al mismo tiempo, quería que durase para siempre.
Pensé que estaba en la cúspide de mi calentura, pero de pronto, me llegó un mensaje de Luciana por Facebook.
Luciana: Amor, perdón por no contestar, se me fue el tiempo. Ya estoy en casa de Melisa y ya me voy a dormir. Te amo, te veo mañana. Bye.
La mentira y el descaro de Luciana me rompieron el corazón. Sentí como si un puñal se me clavara en el pecho. Estaba a punto de dejar de masturbarme, indignado, cuando me llegó un segundo mensaje, apenas un minuto después que el anterior.
Luciana: Ismael, ojala puedas perdonarme, pero la neta te estoy poniendo los cuernos, porque soy una puta. Estoy en un hotel con el Ernesto. ¿Quieres ver cómo me coge, como hacías con Mariana? ¿Quieres ver?
Nervioso, indignado y enojado, pero sobretodo excitado, sintiendo que mi verga, que estaba dura como una piedra, me iba a reventar en cualquier momento, me apresuré a responder. Me temblaban los dedos para escribir.
Ismael: No mames, Luciana. ¿Cómo me sales con esas mamadas? Déjate de pendejadas y vente para la casa, por favor. No me ...
... hagas ir a buscarte porque te voy a hacer un desmadre. Sobre advertencia no hay engaño. Primer aviso.
Luciana: No, ni madres. Voy a seguir cogiendo con el Ernesto. Ya lo hicimos una vez y me los echó en la cara. Dime si quieres ver o no.
Ismael: ¿Por qué me haces esto, amor?
Luciana: Es lo que te gusta, no te hagas pendejo. Cuando te lo hacía tu amiga Mariana, no decías nada, así que no me andes con mamadas. ¿Quieres ver o no?
De pronto caí en cuenta de que yo mismo había creado a ese monstruo. Había pervertido a Luci a tal punto, que la había convertido en una segunda Mariana. Era aún más depravado, porque Mariana, al menos, no era mi pareja. Y lo peor es que tenía razón. La situación me excitaba sobremanera. Tal vez era mi destino ser cornudo. No, ni madres, esa es una humillación que no estaba dispuesto a tolerar. Y, sin embargo, aunque me negaba a aceptar mi realidad, mis dedos nerviosos escribían sobre el teclado.
Ismael: Sí, amor, quiero verte. Enséñame, por favor.
Me entró una videollamada de Luci y la acepté de inmediato. Ella estaba tendida sobre la cama, boca abajo, sosteniendo el celular frente a su cara, mientras Ernesto, sobre ella, la penetraba con fuerza. Mi esposa tenía la cara roja como tomate y se le notaba la satisfacción en el rostro. Gemía como una puta mientras Ernesto la embestía.
—Esto es lo que querías, ¿verdad? —Me dijo Luciana—. Por eso me dejaste venir sola. Querías que esto pasara y querías ver. Estás bien puto enfermo.
—Te ...