1. Mi novia Luci, de santa a puta


    Fecha: 10/02/2023, Categorías: Infidelidad Autor: KeyargaSama, Fuente: CuentoRelatos

    ... cariño con Leonardo. Estaba casada, sí, pero era una culipronta que engañaba a su marido siempre que subía a plataformas, y aunque ahora él estaba en el pueblo, tal vez con unas copas encima y la privacidad de una casa sola, se animara a hacer algo.
    
    Leonardo llegó en su motocicleta Harley. Llevaba botas, guantes y chaqueta de motociclista. Cuando se quitó el casco, advertí que se había dejado crecer la barba. A Melisa le brillaron los ojos con solo verlo. No era de extrañar. Leonardo era un hombre alto y atlético que gustaba de mantenerse en forma. En la universidad, había estado en el equipo de futbol americano. Me sacaba veinte centímetros de estatura y veinte kilogramos de puro musculo.
    
    Salí a recibirlo, lo saludé con un fuerte abrazo y presenté a mi novia y a Melisa.
    
    —Esta es Luciana, mi novia —le dije a Leonardo—. La llevé a mi defensa de tesis. No sé si te acuerdes de ella.
    
    —Claro, cómo olvidarla. —respondió él, tras lo cual, la saludó de beso. Luciana se puso roja como un tomate.
    
    —Y esta otra es Melisa, una fichera que conseguí para ti. Sé que no es la gran cosa, pero es lo mejor que encontré por cincuenta pesos.
    
    —¡Estúpido! —Espetó Melisa, avergonzada—. No le hagas caso, amigo. Este wey está todo pendejo. Soy amiga de Luci y estoy casada. Mucho gusto.
    
    Melisa se acercó a Leonardo y lo saludó de beso. Pude ver cómo le rosaba la comisura de los labios.
    
    Pasamos a la sala y comenzamos a tomar cerveza. Luciana jugaba con su celular mientras ...
    ... Leonardo y yo platicábamos. Melisa intentaba introducirse en la conversación, como si conociera a Leonardo de muchos años atrás, pero pronto se quedó sin nada que decir y se limitó a beber y a escuchar, sin quitarle la mirada de encima a mi amigo.
    
    Realmente, Leonardo y yo no teníamos mucho con lo que ponernos al día, ya que, aunque ya llevábamos más de un año sin vernos, conversábamos muy a menudo a través de Whatsapp o Facebook, de modo que siempre estábamos, más o menos, al tanto de lo que pasaba en la vida del otro.
    
    De pronto, Leonardo tocó el tema más novedoso entre nuestro grupo de amigos.
    
    —¿Vas a ir a la boda de Mar? —Me preguntó.
    
    Luciana dejó su teléfono y prestó atención. Yo, más o menos, ya le había contado que nuestra amiga Mariana era una calentona que se prendía con facilidad y que, debido a eso, le había roto el corazón a otro de nuestros amigos, un tipo llamado Manuel Sagardi.
    
    —No lo creo —respondí—. Mis padres son muy estrictos con todo eso de la sana distancia. No me puedo arriesgar a contagiarme. ¿Y tú, vas a ir?
    
    —No tengo la más mínima intención de ir a una boda tan hipócrita.
    
    Leonardo y yo reímos a carcajadas, pero Luciana y Melisa no comprendían nada.
    
    —Qué lástima me da el cornudo… digo, el marido. —continuó Leonardo, riendo.
    
    —Que haya tenido sus aventuras en la universidad, no significa que le vaya a ser infiel a su futuro esposo. —dijo Luci, inocente.
    
    Leonardo y yo soltamos una risotada al unísono.
    
    —¡Lleva años siéndole infiel! ...
«1234...8»