Prostituta
Fecha: 14/02/2023,
Categorías:
Hetero
Autor: Kain Orange, Fuente: CuentoRelatos
... Yo me lo paso bomba mirando su cuerpazo desnudo. Está muy maciza, con unas caderas generosas y unos pechos muy firmes. Salimos de la ducha y ella me seca con una toalla, poniendo especial interés en no frotarme la polla o las pelotas para no correrme antes de tiempo.
Cuando termina me tumbo en la cama boca arriba y ella, antes de entrar me pregunta:
—¿Luz encendida o apagada?
—Encendida.
Ella sube a la cama, me agarra la polla y se la mete en la boca, chupándome el cipote como si fuese un caramelo. Con la otra mano me acaricia los huevos.
—¿Te gusta, cielo?
—Hmmm… sí…
Ella sonríe, restregándose mi verga por las mejillas sonrosadas.
—Tienes un polla muy hermosa… —Acto seguido se la traga hasta el fondo, dejando que mis testículos se agolpen en su barbilla.
Levanta la cabeza muy despacio y con la boca llena de babas me dice:
—Agárrame del pelo, machote.
Yo le obedezco y le cojo de los pelos con las dos manos, acompañando el movimiento de su cabeza. Ella se lo traga todo muy despacio, desde la punta hasta la base, respirando lentamente por la nariz. El aire que expulsa arde sobre el tronco de mi polla. Entre gemidos le digo:
—Me gustaría comerte el coño.
Ella no dice nada, pero gira su cuerpo sin sacarse la polla de la boca y coloca las piernas a ambos lados de mi cabeza, poniendo su coño a un palmo de mi cara para que hagamos un sesenta y nueve. Yo le abro la raja y meto mi lengua dentro, repasándole una y otra vez la carne sonrosada del ...
... interior, que está muy caliente. El coño de Mónica tiene muchos pliegues y protuberancias que en ese momento están muy resbaladizos. También tiene el orificio de la vagina dilatado y la pepita asoma bastante fuera de la capucha. Su coño chorrea.
—¿Estás cachonda?
Ella sigue chupándome la polla sin decir nada, pero su almeja está muy mojada y resbaladiza. Seguimos en esa postura un rato hasta que le pido follarla a cuatro patas. Ella se pone en posición, yo le agarro de las caderas y le froto la polla por la raja un rato antes de empujarla dentro. Su vagina se traga mi rabo entero, resbalando sin encontrar resistencia. Ella gime. Su interior se adapta a mi verga como un guante. Un guante húmedo, cálido, resbaladizo y palpitante. Mónica tiene un culo fantástico y no me resisto a azotarlo.
Ella da un gritito y con voz juguetona protesta:
—Oye, ten cuidado…
—¿Qué? ¿Acaso no lo he pagado?
—Vale… pero sin pasarte…
Yo le sigo follando por detrás y dándole cachetes un buen rato hasta que se me antoja meterle un dedo en el culo. Ella se deja. Eso me pone muy cachondo y acelero el ritmo, metiéndole el dedo entero. Ella vuelve a gemir. Mis huevos chocan una y otra vez contra su coño cada vez que mi verga, engrasada con los jugos de Mónica, se hunde en su vagina hasta el fondo. Le toco el interior del ojete con mi dedo, lo saco y me lo chupo, probando el sabor de su ano.
—Mónica… Quiero hacértelo por el culo…
Ella no me contesta, pero se baja de la cama, abre su ...